Un bus del MÍO que va a reventar y del que pocos aspirantes se han bajado, mientras muchos siguen a bordo y otros se acaban de subir, apretando más el espacio.
La analogía describe bien lo que sucede actualmente con la campaña a la Alcaldía de Cali, cuando faltan 32 días para que termine el periodo de inscripción de candidatos y empiece en firme la carrera que definirá al sucesor de Jorge Iván Ospina.
Ese ‘bus’ empezó su recorrido a finales del 2022, cuando se subieron los primeros ‘pasajeros’, pero a lo largo de este año ha recibido tantos más, que alcanzó a correr el rumor de que eran 50 los aspirantes a ocupar el CAM.
Sin embargo, El País se dio a la tarea de indagar y sumó 30 nombres comprobados, lo cual igualmente representa un récord, si se los compara con las estadísticas de las últimas elecciones en la capital del Valle del Cauca.
¿Qué tiene de positivo y de negativo que la cifra de aspirantes sea tan alta? ¿Qué busca una persona cuando decide lanzarse a la Alcaldía? ¿Cuántos seguirán firmes hasta el 29 de octubre, cuando se realizarán los comicios?
Todas estas preguntas surgen al analizar por qué en esta ocasión hay tantos candidatos al primer cargo del Municipio, sobre todo cuando, como lo recuerda el exconcejal y aspirante a la Alcaldía Michel Maya, en el 2007, por ejemplo, a esta altura del año ya era claro que la ‘pelea’ iba a ser entre Jorge Iván Ospina y Francisco José Lloreda.
Incluso, dice, “en la pasada elección, para esta época sabíamos que Jorge Iván era un candidato muy fuerte, con todo y los escándalos que ya tenía, pero hoy, a cinco meses de las elecciones, no tenemos ninguna claridad”.
Eso sí, tanto él como otras voces consultadas aceptan que el anuncio de que el máximo accionista del América Tulio Gómez empezó a recoger firmas para respaldar su aspiración representa una ‘sacudida’ en el espectro de quienes desean convertirse en el próximo Mandatario local, pero algunos también coinciden en que la posibilidad de que pueda estar inhabilitado hace que su postulación no resulte tan impactante, al menos por ahora.
Por qué tantos
Para Maya, una de las razones por las cuales hay tantos precandidatos a la Alcaldía es que el Gobierno Ospina “terminó generando un profundo fraccionamiento en la ciudad, que deja totalmente desprestigiada a la izquierda y a la clase política en general, además de una crisis institucional gigantesca: la gente ya no cree en la política tradicional”.
Ello, unido a la ‘fiebre de cambio’ que se respiró en las presidenciales del año pasado ha llevado a que distintas personas consideren que pueden convertirse en esa otra opción que algunas personas también quisiesen para la capital del Valle del Cauca.
Aquí el exconcejal anota que un ejemplo del deseo que tienen muchos aspirantes de mostrarse como independientes es que Roberto Ortiz y Diana Rojas hayan optado por recoger firmas, aunque en el pasado estuvieron vinculados al Partido Liberal.
Pero la explosión de candidatos también está conectada “con la desinflada tan verraca del Pacto Histórico, ya que en agosto todos pensábamos que iba a arrasar en las elecciones locales, pero no, porque el Pacto, como coalición de partido, no tiene cabeza clara”, dice Maya.
En su opinión, el que Cali esté “tan al garete” y los sectores políticos “tan fraccionados y desprestigiados” podría derivar en un escenario muy parecido al de las últimas presidenciales de Ecuador, donde hubo “un montón de candidatos” y el ganador obtuvo una votación muy pequeña.
Ahora bien, el consultor político Álvaro Benedetti advierte “demasiada trivialidad” en el debate electoral de hoy y dice que se evidencia en que casi todos los discursos de los candidatos están enfocados en criticar, “con sobrada razón”, a la actual Administración local, pero que eso también denota desconocimiento por parte de quienes aspiran a gobernar a los caleños.
No es bueno porque....
“Yo creo que la existencia de tantos candidatos es negativa porque muestra unos partidos completamente débiles y desconectados de la ciudadanía. La gente no se siente identificada con ningún partido ni siente que puedan tramitar sus necesidades y mucho menos darles solución”, plantea a su vez el asesor político Eduardo Llano Camacho, no lejos de lo planteado por Michel Maya.
Para él, lo anterior tiene qué ver con la crisis interna de las fuerzas políticas, que “se han convertido en micro empresas o empresas de avales donde no hay democracia interna”. “Antes era un problema conseguir un aval, era un lujo que un partido te lo diera, pero hoy en día casi que uno compra una gaseosa y le dan un aval”, agrega.
Pero ese no es el único punto negativo que encuentra en la inédita proliferación de candidatos a la Alcaldía de Cali que se está registrando este año.
“La ciudadanía empieza a ver que cualquiera puede ser alcalde o que cualquiera puede gobernar, y eso tiene que ver con las bajas calidades de las personas que nos han gobernado en los últimos años y sobre todo en esta Administración. La gente dice: ‘¿si este tipo, que es tan nefasto, puede llegar al poder, yo por qué no?”, anota Llano.
Y Benedetti señala: “Al proliferar opciones políticas vía personalismos y grupos significativos de ciudadanos, se pone en entredicho la capacidad de agrupar en torno a programas y proyectos de largo plazo el desarrollo de los territorios. Por el contrario, se evidencia el interés que tienen los políticos de capturar el Estado para su propio beneficio”.
Ahora bien, concuerdan los analistas consultados en que no toda la treintena de aspirantes que hay hoy seguirá firme hasta el 29 de octubre.
“Hay candidatos que no tienen chance ni siquiera de poder pagar la recolección de firmas o las pólizas de seriedad que se piden para los grupos significativos de ciudadanos, pero igual se lanzan y en la mitad del proyecto le dicen a otro: ‘yo ya he recogido diez mil firmas, deme cien millones de pesos y me le sumo’”, dice Llano.
Coincidiendo con él, Benedetti asegura: “Muchos de los que están hoy en la contienda van a aprovechar esta precampaña para perfilar sus nombres para ser cabezas de lista al Concejo o para eventuales candidaturas de cara a las elecciones nacionales del 2026″.
Nuevos liderazgos, lo positivo
Sin embargo, Llano encuentra un punto positivo en la ‘lluvia’ de candidatos a la Alcaldía.
“Dentro de todo, hay gente que se autoreconoce un liderazgo u otras personas que se lo atribuyen, entonces se pone en duda aquello de que en Cali no hay líderes, ya que esa cifra muestra sí hay gente con ganas de liderar”, dice.
Eso sí, Llano añade que “hay una atomización de liderazgos, a partir de las redes sociales: cualquier persona que tiene mil seguidores dice ‘yo muevo gente’, lo cual es mentira, porque tener un seguidor no es igual a tener un voto, y muchos hacen mal ese cálculo”.
Anota también que aunque es positivo que cada vez más ciudadanos se interesen por la política, se deberían replantear las condiciones para ser candidato. “Si bien la Constitución dice que todo ciudadano tiene derecho a elegir y a ser elegido, debe haber unos mínimos para abrogarse una representación, que no pase tanto por si tiene estudios, pero sí por una experiencia de liderazgo o de gestión social probada”.
Entre tanto, el representante a la Cámara por el Pacto Histórico Alejandro Ocampo tiene una visión optimista frente a todos estos aspirantes a la Alcaldía: “Habla de la pluralidad que tenemos en la democracia caleña, de la necesidad de varios liderazgos, de que podamos escoger un nombre que pueda desempeñar mejor labor de alcalde o alcaldesa” en la capital del Valle.
Mientras, Maya apunta que “la esperanza estaría en que esta dispersión nos llevara a una alcaldía que lograra unir a la ciudad y encontrar un proyecto común, que hoy no tenemos”.
Lo cierto es que el 29 de de junio, cuando se inicie la inscripción de candidatos, se empezará a ver quién reunió firmas y quién consiguió aval, lo que dará paso a una ola de alianzas que, según los expertos, dejará tres grandes bloques de candidatos: uno de derecha, otro de centro derecha y la ‘carta’ del Pacto Histórico. ¿Quiénes estarán allí?