El alcalde de Cali describió su preocupación por la corrupción que existe en esta dependencia, a la que también calificó como la “cueva de Alí Babá y los 40 ladrones”.

“Lo que pasa dentro de la Secretaría de Tránsito es una sinvergüencería, eso lo sabe toda Cali”. Con esas palabras, el alcalde Maurice Armitage describió su preocupación por la corrupción que existe en esta dependencia, a la que también calificó como la “cueva de Alí Babá y los 40 ladrones”. 

En una reunión con columnistas de diferentes medios de comunicación de la ciudad, el Mandatario dijo que para nadie era un secreto que “hay guardas que tienen grúas, manejan la vaina de las multas, la pintura y hasta los permisos que les dan a los carros para circular en pico y placa, les cobran de a millón de pesos, les dan permiso para andar como si fueran una ambulancia”.

Sobre este último punto dijo que estudiará aplicar la medida que ya rige en Bogotá, de levantar las exenciones al pico y placa, para que todo el mundo tenga que cumplir con la norma. 

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El Gobernante dijo que respecto a lo que pasa en la Secretaría de Tránsito desea poder solucionar las cosas de fondo, “porque para eso fue que ustedes me nombraron a mí, sino, búsquense otro alcalde”. 

Manifestó que en un comienzo presumía que en el Centro de Diagnóstico Automotor, Cdav, “estaban en la misma situación los niveles de corrupción, pero le puedo decir que mandamos todas las ‘ías’ (entidades de control) y el resultado fue que hacen una excelente labor, motivo por el que ratifiqué al director que  estaba”. 

El personero de Cali, Héctor Montoya, dijo que su entidad adelanta procesos relacionados con esta secretaría, pero que la mayoría está en manos de la Dirección de Control Interno, debido al control preferente.  

El titular de este último despacho, Carlos Martínez, señaló que en lo corrido de este año se han dado seis fallos relacionados con Secretaría de Tránsito, de los cuales tres han sido sancionatorios. 

Aclaró que se trata de “casos menores” en los cuales está cursando segunda instancia. Un caso menor puede ser, de acuerdo con el funcionario, una  inasistencia esporádica a trabajar o haber llenado mal un comparendo (según  el concepto del ciudadano que pone la queja).  Agregó que “no podemos decir que hay un tema generalizado de volcamiento de quejas sobre tránsito”.

En un reciente balance de la Dirección de Control Interno se dijo que en los dos primeros meses de este año se abrieron  97 expedientes  por quejas ciudadanas y que el  70 % de dichas quejas  están relacionadas con las  secretarías de Tránsito, Gobierno y Educación.

A su vez, el Contralor de Cali, Ricardo Rivera, precisó que respecto al tema penal que señala el Alcalde, los casos serían de competencia de la Fiscalía General de la Nación. 

El concejal Fernando Tamayo aseguró sobre las aseveraciones del Alcalde Armitage que eso es la “punta del iceberg  de lo que se presenta en diferentes secretarías”. 

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Añadió que con el objetivo de “destapar todo ese nido de corrupción” fue que pusieron al frente de la Secretaría de Tránsito a un policía, el coronel Nelson Rincón. 

No obstante, dijo que el coronel “tiene problemas administrativos y de conocimiento del tema de la movilidad, pero para poder arrancar a desarrollar cualquier tipo de iniciativa era necesario empezar a sanear la casa y estamos viendo eso. Había todo un nido de corrupción enquistado en la administración, del cual Alberto Hadad no fue partícipe, pero  fue complaciente, que se ha empezado a desmontar. El solo hecho de mover determinados funcionarios hace que se comience a depurar el proceso”.    

A su vez, el concejal Juan Carlos Olaya precisó que las denuncias hechas sobre la Secretaría de Tránsito deben estar respaldas con pruebas que tienen que ser remitidas a los organismos de control.

 Frente a las declaraciones del Alcalde, el secretario de Tránsito, coronel Nelson Rincón, manifestó  que debe hablar con el Mandatario para que le diga puntualmente a qué se refiere y solo en ese momento entregará declaraciones.

El País intentó insistentemente tener comunicación con el jefe de guardas de Tránsito de Cali, Nelson Delgado, pero no fue posible.

Recuerde: 

Con el polémico  nombramiento de un coronel de la Policía frente a esta secretaría el Alcalde planteó que la Policía tuviera funciones de tránsito. Esto fue abiertamente  rechazado por los guardas de tránsito y en los primeros meses de gobierno se dieron tensiones dentro de la secretaría por este hecho. El Alcalde desistió de la llegada de la Policía de tránsito y pidió más compromiso de  los guardas con su labor. Armitage se comprometió a vincular a cien  nuevos guardas de los 380 que, según los sindicatos, se necesitan.  Esta vinculación no se ha hecho efectiva.Adalberth Clavijo fue removido como jefe de guardas de tránsito.  En su lugar está desde hace un par de meses Nelson Delgado.La llegada de Rincón ha  significado revolcón en los  supervisores de este servicio.