El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, fue tajante al rechazar la propuesta de instalar mallas metálicas en el estadio olímpico Pascual Guerrero para separar a los aficionados en las tribunas del campo de juego.
Esta medida había sido puesta sobre la mesa por la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) este lunes, tras una reunión citada con objeto de analizar soluciones a los incidentes ocurridos en los estadios de Medellín y de Manizales, donde los asistentes a juegos de Atlético Nacional y Once Caldas, respectivamente, ingresaron a la cancha y tuvieron enfrentamientos con las autoridades.
“Me parece que es un exabrupto, no lo vamos a hacer en la ciudad de Cali, es involucionar y es completamente desafortunada la medida”, sostuvo el Mandatario de los caleños.
Agregó que las barras no deben ser encerradas “como si fueran animales”, sino que se debe trabajar en construir espacios de convivencia, tolerancia y de control ciudadano para que estos hechos no se sigan presentando.
Cabe recordar que, como mecanismo para solucionar estos inconvenientes, la Dimayor ya había realizado en el 2017 el proceso de enrolamiento a los aficionados de todos los equipos de la primera división del fútbol colombiano, sin embargo, nunca se terminó poniendo en marcha.
Este consistió en que todas las personas debían registrar sus huellas dactilares, se les tomaba una foto y se les entregaba un carné de identidad. Con esto, el responsable de los incidentes podía ser identificado y enfrentar medidas drásticas, como la no entrada a partidos durante cierto tiempo en los casos más ligeros.
“Los equipos biométricos los comparto como medida, me parece que la Federación y la Dimayor nos pueden colaborar con los recursos para poder colocar esta posibilidad de identificación biométrica de todos aquellos que entran al estadio”, manifestó Jorge Iván Ospina.
El Alcalde explicó que estos equipos serían un gran avance hacia la identificación de “ese hincha violento”, a fin de “erradicarlo por siempre del estadio”, y reiteró que no ve factible la opción de las mallas, pues deslucen el evento deportivo y dan muestra de un problema que se supone que ya había sido superado. “Lo dejo claro, en Cali no lo vamos a hacer”, concluyó.
Las mallas metálicas hicieron parte de la estructura del estadio Pascual Guerrero durante el siglo pasado y la década del 2000. Recién fueron retiradas en la remodelación del escenario para la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 del año 2011, en la que Colombia fue anfitriona y el Pascual Guerrero hizo parte de los estadios sede.