La ciudad debe mejorar el tratamiento del agua antes de ser vertida al afluente.
Es urgente tomar acciones concretas y articuladas para descontaminar el río Cauca, el segundo más importante del país, que alimenta entre otras, a Cali la tercera ciudad más poblada. Como ciudadanos nos preguntamos ¿por qué las estrategias que se han explorado no han logrado revertir la contaminación del río?
En la cuenca alta del río Cauca, Cali es el principal asentamiento humano que se beneficia de sus servicios ambientales, al suministrar agua potable a tres cuartos de su población. Así como nuestra ciudad recibe las bondades del río, también es uno de sus mayores focos contaminantes. Si bien otros fenómenos también afectan la calidad del agua como la erosión, la deforestación, la minería ilegal y el mal estado de los ríos tributarios, no se puede desconocer la alta carga contaminante que aporta la ciudad y, por lo tanto, su rol en la generación de soluciones.
Precisamente desde 2017, bajo el liderazgo de la Contraloría de Cali, el Instituto CINARA de la Universidad del Valle, la CVC, la Gobernación y otras instituciones públicas y privadas de la región, se conformó la “Comisión para la recuperación de la cuenca del alta del Río Cauca”, con la misión de convertir el asunto en una prioridad regional y nacional. El Gobierno Nacional reconoció el potencial de la iniciativa y, en cabeza del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la consolidó formalizando la Plataforma Colaborativa para la recuperación del río Cauca en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, cuyo fin es formular e implementar un plan de acción dirigido a recuperar el río, en el marco de los planes existentes nacionales e institucionales.
En ese contexto, la CVC ha priorizado la construcción de las Plantas de Tratamiento de Agua Residual (PTAR) de Jamundí, Yumbo, Palmira y Buga. Además, suscribió con Asocaña un convenio para recuperar la franja forestal protectora del río. Por su parte, la Gobernación del Valle formuló y está implementando el Plan de Intervención para la restauración y protección de siete cuencas tributarias. Finalmente, Emcali y el DAGMA fijaron como objetivo para 2021 la puesta en marcha de obras de saneamiento básico y control de vertimientos en el Sistema de Drenaje Sur.
Ahora bien, el proyecto más importante en el que Cali debería enfocar su esfuerzo es el que potenciará la Planta de Tratamiento de Agua Residual de Cañaveralejo. Actualmente no se trata la totalidad de las aguas negras que genera la ciudad, y la porción tratada, se hace a nivel primario, no óptimo para una ciudad como la nuestra. Cali debe enfocarse en que la mayor parte del agua residual tenga tratamiento secundario antes de ser vertida al Río Cauca.
Todos estamos de acuerdo en la necesidad de recuperar el río. Estamos avanzando y nos respalda la Plataforma Colaborativa Nacional. Es fundamental darles continuidad y celeridad a las acciones locales para lograr la gran meta: tener un Río Cauca sano que disfrutemos todos.
*Coordinadora de proyectos ProPacífico.