La reinstalación de la estatua de Sebastián de Belalcázar luego de 19 meses ha generado diversas reacciones en la ciudadanía, pues algunos en Cali han celebrado el regreso del monumento, mientras que otros lo han catalogado como un retroceso.
Este el caso de la comunidad indígena Misak, quienes el 28 de abril de 2021, en el marco del paro nacional, arrancaron la estatua de su pedestal y ahora, al verla instalada nuevamente, se mostraron inconformes por sentir que este acto lo que hace es revictimizar a sus pueblos.
Lea además: Sebastián de Belalcázar ya mira a Cali desde su pedestal: monumento fue entregado de forma oficial
Además, según lo indicado por Édgar Velasco, secretario del Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente Colombiano (Aiso) a RCN Radio, la reinstalación del monumento viola la sentencia de su pueblo, que exige no tener símbolos de los opresores de los indígenas en los espacios públicos.
Frente a esta situación, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, señaló que esta decisión es un acto que busca una gran conversación ciudadana en el marco de la diferencia.
"Se trata de comprender que en Cali existe un sincretismo de afrodescendientes, de nuestros pueblos indígenas, de nuestros pueblos mestizo, sin duda alguna desde nuestro rasgo español. Se trata de que la conversación la podamos adelantar sin negar el conflicto, pero resolviéndolo de una forma no violenta y sin estigmas", manifestó Ospina.
Y agregó que este acto "se trata de que al instalar a Sebastián de Belalcázar, nos demos a la tarea y la responsabilidad de colocar monumentos importantes que reivindiquen a nuestro pueblo afro, indígena, la mixtura que se representan los caleños y las caleñas. Por eso Sebastián de Belalcázar se está instalando y queremos que sea un proyecto que nos integre y no que nos divida".
Por eso, aunque en redes sociales algunos usuarios manifiestan que la estatua debe volver a derribarse, las autoridades de Cali insisten en que se debe crear una mesa de trabajo que la integren los diferentes sectores, entre ellos las autoridades civiles y los indígenas, para que así se concrete la nueva placa de la estatua de Sebastián de Belalcázar.
Le puede interesar: Bicicarriles: solo el 5 % de los 81 kilómetros que la Alcaldía piensa entregar son una realidad
Sin embargo, el secretario del Movimiento Aiso reiteró que el monumento debe ser retirado de su pedestal y que para eso, buscarán "el mecanismo, ya sea judicial, político o proyecto de ley".
Y puntualizó que esta no será la única estatua que deba ser retirada, sino que, también, deben hacerlo con "las que representan y hacen apología a la violencia, deben volver a los museos y estos espacios deben ser resignificados en todo el país".