Cali es una ciudad que en sus edificaciones encierra la historia de los hechos y personajes que aportaron para su desarrollo cultural y social. Una de esas edificaciones es el colegio Santa Librada, que el año pasado (2023) cumplió 200 años formando a la juventud caleña.
Esta institución educativa de carácter público, fue inaugurada el 29 de enero de 1823 por decreto durante el gobierno de Francisco de Paula Santander, y en este tiempo ha sido un pilar fundamental en la vida de los caleños.
Cuando se creó el plantel educativo fue inicialmente para varones y su sede funcionaba en un convento en la Calle 4 con Carrera 15, de barrio San Bosco, en el centro de la ciudad. Ya en la década de 1940, se trasladó a su ubicación actual en la Calle 5 con Carrera 15.
Sus instalaciones no solo han servido para albergar al colegio, sino que en un tiempo sirvieron como sede de la Universidad Industrial del Valle, que con el paso del tiempo se convertiría en la Universidad del Valle hasta la construcción de la sede San Fernando en 1950.
A lo largo de estos 200 años, el colegio ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo académico y político de la ciudad. Además, su diseño arquitectónico la ha convertido en una construcción emblemática que hoy hace parte del interés patrimonial de Cali.
Las áreas del colegio conservan rasgos de la arquitectura colonial, republicana, de transición y moderna, enriqueciendo el patrimonio simbólico de la arquitectura caleña.
Otra de las facetas históricas de esta institución está en su papel en los cambios sociales y políticos de la ciudad. Los movimientos estudiantiles del colegio hicieron parte, en la década de 1970, de las protestas sociales que se vivieron en Cali y que eran apoyadas por otros centros educativos oficiales, la Universidad del Valle y la Universidad Santiago de Cali. Actualmente, la Institución Educativa de Santa Librada tiene certificación de calidad y una de sus jornadas alcanzó el nivel superior en las últimas pruebas Saber.