Por Gerson David Hincapié, reportero de Cali
Casi una semana después de que la Alcaldía retirara las materas de la Carrera 34, en el Parque del Perro, las primeras consecuencias empiezan a notarse: el mal parqueo de vehículos ya no es solo en la vía, sino también en los andenes.
Esto ha abierto el debate sobre si se tomó la decisión correcta o si había que continuar con el proyecto del bulevar en ese corredor.
Elizabeth Suárez, residente de la zona, sostuvo que la iniciativa no cumplió con sus objetivos y que el carril peatonal se había convertido en un parqueadero al aire libre. Esto pese a que consideraba que peatonalizar la Carrera 34 era muy positivo para mejorar la calidad de vida de los habitantes del sector.
“Pero resulta que el impacto que se pudo observar es más negativo que positivo porque la gente ni siquiera podía pasar por allí”, manifestó.
Sin embargo, hay quienes consideran que el problema del mal parqueo ha sido histórico en esa zona y no estaba determinado por la presencia de las materas.
“Ya no está ese espacio seguro para el peatón, ya ni siquiera tienen la posibilidad (las personas) de caminar sobre los andenes porque están ocupados por vehículos y motos. En últimas, perdieron los peatones porque sigue existiendo el problema de movilidad, que lo genera es el mal parqueo”, expresó Joan Manuel Solís, presidente de la Junta de Acción Comunal de San Fernando Viejo.
La medida tomada por el alcalde Jorge Iván Ospina de retirar estos elementos —continuó Solís— fue improvisada, ya que desentendió la realidad que se vive en el barrio, incluso desde antes de su Administración.
“Es un retroceso en política de movilidad y sostenibilidad. Toma una decisión que refleja es su incapacidad para articular sus dependencias. Lo que hizo fue la salida fácil”, añadió.
De hecho, los ciudadanos han criticado que la idea de retirar las materas era, principalmente, para mejorar la movilidad, pero que ahora con el mal parqueo a cada lado de la carretera solo quedan dos carriles para circular, de los cuatro que hay construidos.
Aura Elena Trujillo es residente de la zona desde hace 50 años, y asegura que hay un factor de riesgo adicional que no muchos han mencionado.
“Este es un barrio donde hay muchos adultos mayores. Los comerciantes han instalado en los andenes cualquier tipo de material, usted puede encontrar hasta una cerámica de baño, y ese no es un material apto, cuando llueve se vuelve un patinódromo”, dijo la residente, quien añadió que el carril peatonal servía, por ejemplo, para personas en silla de ruedas y mamás con bebés en coches.
Por su parte, el experto en asuntos de urbanismo, John Fredy Bustos, comentó que el carril peatonal se pudo haber mantenido con un buen control de las autoridades de tránsito en la zona, control que, reveló, no se está dando ni siquiera ahora sin las materas.
“Este fin de semana estaban los agentes de tránsito y le dije a uno –oiga, la queja de los vecinos es que hay mucho parqueo en la vía y se está armando congestión, ¿por qué usted no está haciendo control al parqueo? –”.
El funcionario le dijo que no podía realizar esta función porque la vía no está todavía debidamente señalizada, por lo que le señaló al agente un grupo de motocicletas parqueadas sobre el andén, conducta prohibida.
“Me dice –bueno, voy a llamar a la grúa–, le respondí que me iba a quedar esperándola. La esperé tres horas y luego le pregunté a otro guarda, pero me dijo –nosotros no tenemos grúas disponibles para este tipo de cosas, yo lo máximo que puedo hacer es quitarte los vehículos mal parqueados–”, narró Bustos.
El especialista explicó que las materas, por lo menos, actuaban como agentes de tránsito, impidiendo el mal parqueo de carros y otros vehículos, tanto en la vía como en el andén, lo cual sí está ocurriendo en la actualidad.
¿Por qué no se concretó la obra de peatonalización?
La presencia de las materas no era la última fase del proyecto que estaba pensado para este sector, pues lo que se quería era edificar un bulevar.
Viviana Montaño, directora del Departamento de Planeación de Cali, le explicó a este medio que se decidió no continuar porque la comunidad ya no quería la intervención.
“Los mismos residentes manifestaron su descontento, por ejemplo, han enviado en menos de un mes 34 derechos de petición, diciendo que no desean la peatonalización. Si la misma comunidad no se apropia, ningún proyecto de este tipo perdurará”, agregó.
Sin embargo, una fuente de la misma entidad, que prefirió la reserva de su nombre, aseguró que no hubo verdadera voluntad de la Alcaldía de sacar el proyecto adelante, en especial durante el año en curso.
Las materas fueron instaladas en los últimos meses de 2021, y según la fuente, entre diciembre de 2022 y enero de 2023 ya estaban listos los diseños para empezar la obra.
Primero era necesario que Emcali interviniera las redes de alcantarillado bajo la Carrera 34 y luego de esto, la construcción del bulevar en la superficie se completaría en poco tiempo, seis meses, aproximadamente.
Pero a inicios de 2023, al llevarle la propuesta al Alcalde, este habría dilatado el proceso varias veces, y tanto él como las otras dependencias de la Administración involucradas habrían mermado su apoyo. “Si hubiera habido la voluntad, era una intervención bastante rápida”, concluyó la fuente.