Faltando pocos días para que los nuevos mandatarios asuman el control de sus ciudades y departamentos, Medellín tiene un caso especial debido a unas irregularidades encontradas por la Contraloría durante la alcaldía de Daniel Quintero.
Quintero ya no se encuentra en ejercicio. Sin embargo, con el paso del tiempo se han ido destapando cifras y algunos contratos de presunta corrupción que se habrían dado en su administración.
Recientemente, la Contraloría Distrital de Medellín publicó los resultados del informe de auditoría financiera y de gestión para el periodo 2022, que demostró varias irregularidades que se habrían presentado, más exactamente, en el manejo de la caja menor de la entidad.
La auditoría fue realizada exactamente sobre el 50,26 % de las facturas registradas en la vigencia de 2022, únicamente sobre la caja menor. El valor de gasto para este periodo fue de $ 151.947.162. Además, fue hecha también sobre las facturas que corresponden al primer semestre de 2023 y que corresponden a $ 158.798.029.
Entre los hallazgos, la Contraloría encontró ausencia de autorizaciones y certificación de los gastos que se realizaron en diferentes restaurantes, de Medellín, Valle de Aburrá y otras ciudades a nivel nacional. En estos rubros, el ente encontró un detrimento patrimonial de más de $ 117 millones, por concepto de compras en restaurantes como Starbucks y El Corral.
Federico Gutiérrez dice que no ha podido hacer el empalme completo y que ha encontrado graves denuncias de corrupción contra Daniel Quintero.
Además de ello, en los resultados se encontraron dos inconsistencias. El primero es uno administrativo con incidencia fiscal y otro con presunta incidencia disciplinaria. El total de estos es de unos $ 5.686 millones.
El otro hallazgo correspondió a los rubros que no tienen una cuantificación, pues en las resoluciones en las que se abrió el fondo para 2022 y 2023 no se registró el monto programado para su ejecución en los rubros presupuestales.
Los datos que brinda el informe apuntan a que el ordenador del gasto solo habría certificado y autorizado siete millones, de los 124 millones que se desembolsaron por concepto de restaurantes, que se habrían gastado en reuniones oficiales de la agenda de Quintero.
Finalmente, entre los gastos que se encontraron también se encuentran $ 119 millones para souvenirs. También $182 millones para abastecer la cocina del despacho, otros $ 47 millones para pagos de peajes y otros $17 millones para arreglos de flores.