“Eran más o menos las 6:00 p.m., yo iba bajando de mi trabajo, trabajaba en la farmacia del Hospital, arrimé al billar donde mi novio y me quedé ahí hablando con él, cuando empezamos a escuchar que estaban cerrando todas las cortinas de la calles, entonces preguntamos ¿qué pasó? cuando nos dijeron que se había metido la guerrilla”
Fernanda Ledesma, habitante de Suárez, recuerda con angustia aquella noche del 31 de enero del 2000, en la que más de 400 guerrilleros incursionaron hasta la cabecera municipal para enfrentarse a la Fuerza Pública.
Ella, junto a su novio y el resto de personas que estaban presentes en ese momento tuvieron que resguardarse al interior del billar mientras afuera, los sonidos de las explosiones, las balas y los gritos perturbaban la tranquilidad de este municipio del Cauca.
“Nos tocaron la puerta y era esa gente. La casa queda diagonal a la estación de Policía, eso era en un segundo piso. Ellos nos dijeron que teníamos que salir de ahí porque era donde se iban a escudar.”
Atendiendo las ordenes del grupo armado, tuvieron que trasladarse hasta la casa de enfrente, que funcionaba como discoteca, donde pasaron la noche.
Los combates duraron más de ocho horas.
“La gente corría pa' todo lado asustada. Yo había subido a recoger a mi esposa del Hospital para irnos hasta Portugal, donde vivíamos y esa noche fue terrible porque de todo lado de Suárez salía plomo”, narró Marciano Trujillo, otro de los testigos de esta tragedia que tomó la vida de Rut Rebeca Valencia, ‘Doña Rut’, y dejó varias personas heridas.
“En esas fechas ya hacía mis labores como docente y no estuve directamente el día de la toma, pero el día siguiente me desplacé de donde enseñaba hasta el casco urbano para ver la situación y acompañar a las familias” recuerda el alcalde, César Cerón.
Al llegar, el panorama era devastador, “lloré de tristeza al ver como la calle que nosotros aquí conocemos como ‘La calle del oro’ no tenía por donde transitar debido a la cantidad de escombros que habían quedado tendidos sobre la vía”, contó a El País el mandatario.
“No entiende uno porque esta guerra absurda nos tocó a nosotros” agregó.
A pesar de esto, resaltó la resiliencia de la comunidad suareña para hacer frente a esta situación, “Yo creo que parte de eso también nos deja un buen mensaje y fue que, a pesar de esos momentos difíciles, la gente pudo levantarse, retomar fuerzas y aquí esta un municipio que ha continuado, en medio de dificultades, pero aquí seguimos adelante“.
El alcalde afirmó que, lastimosamente, la situación de orden público en esta zona del país. No obstante, el llamado que desde la Administración se realiza a los gobiernos departamental y nacional es a la construcción de una paz verdadera, para que, en medio de las diferencias que se puedan tener, prime el interés por el diálogo y el deseo de avanzar por el bien de la sociedad colombiana.