Por L. C. Bermeo Gamboa, periodista de El País
Las tradiciones culturales son manifestaciones colectivas en las que, a través de un saber mantenido por generaciones, se reconocen quienes la practican, como sucede con el viche, bebida ancestral propia de las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano. Pero, por su carácter étnico, las tradiciones siempre corren un doble riesgo. En primer lugar, de ser olvidada y desaparecer, y en segundo lugar, de ser usurpada para beneficio particular, por personas y organizaciones ajenas a su cultura de origen.
Por esta última razón, resulta preocupante la denuncia hecha por Ana Copete, abogada, gestora cultural y exdirectora del Festival Petronio Álvarez quien, a través de su cuenta de Instagram, afirmó que hay un artículo en la Resolución 113 del 2024, expedida en conjunto por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Cultura, donde reglamentan “los requisitos sanitarios para la producción y comercialización de viche” en Colombia, que estaría vulnerando la denominación de origen de esta bebida ancestral.
“Sabemos que las intenciones del Gobierno Nacional son las mejores para con los vicheros”, aclaró Ana Copete para El País.
Luego explicó que en esta resolución, reglamentaría de la Ley del Viche aprobada por el congreso en 2021, “en el capítulo quinto, exactamente en el artículo 25, el cual habla de cómo obtener el registro sanitario bajo la categoría de titular fabricante, es decir, quién puede producir el viche, se indican dos modalidades. La primera es que son productores quienes pertenecen al territorio, tienen vocación vichera y están ubicados en la delimitación geográfica reconocida por el Ministerio de Cultura en su declaratoria del viche como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Con lo que estamos de acuerdo”.
Sin embargo, manifestó Copete, “hay una segunda modalidad que dejaría como fabricantes también a ‘las personas jurídicas conformadas por estos, o mayoritariamente por estos’, es decir, abre la posibilidad de que una minoría de personas o empresas que no son del territorio, que no son herederas del Pacífico, pudieran formar personas jurídicas para obtener el título de fabricante”.
Como afirma la exdirectora del Festival Petronio Álvarez, “estamos preocupados porque el viche tiene denominación de origen, y quienes producen el viche deben ser personas exclusivamente del territorio. Aunque esta resolución pretende beneficiar a las comunidades del Pacífico, si permitimos que a través de esta figura entren a producir terceros que no son herederos de la tradición y que tienen un interés principalmente en el negocio y no en el patrimonio que representa el viche, se pondrá en peligro la tradición”.
Al mismo tiempo, Copete señala que con esta denuncia buscan salvaguardar la producción del destilado tradicional al interior de las comunidades del Pacífico, pero “en los otros eslabones de la cadena de valor, sí permitir que terceros entren, porque claro está, el gobierno no puede impedir el libre mercado, por el contrario se debe desarrollar y dar las garantías para que todo el mundo lo pueda ejercer, lo que estamos solicitando es que esa primera etapa de su producción quede en manos exclusivas de los vicheros del territorio”.
Raúl Alejandro Delgado, asesor del viceministerio de PatrimoniosSe está realizando una caracterización de los vicheros, que permitirá reconocer quiénes son los productores, para que sean estos los únicos que puedan obtener la titularidad.
Al menos, entre el 10% y 15% de las comunidades afrodescendientes radicadas en el Litoral Pacífico subsisten de la producción artesanal de viche, licor tradicional equiparable a la cachaza de Brasil o el mezcal de México, que es promovido principalmente desde el Festival de Música del Pacífico ‘Petronio Álvarez’ y en los últimos años se ha convertido en tendencia nacional.
Con el objetivo de conservar la tradición y desarrollar la industria cultural alrededor del viche, el Gobierno Nacional anunció la semana pasada que haría una inversión de $9.000 millones de pesos, que se destinarán a proyectos de siembra de caña en los territorios del Pacífico dedicados a la vichería y a la caracterización de los vicheros.
De ahí la sorpresa que tuvieron al leer el artículo 25, de la Resolución 113 del 24 de enero del 2024, que ya se encuentra en vigencia.
No obstante, para Ana Copete “el llamado y la alerta que estamos enviando al gobierno es que tengan cuidado con esa expresión ‘mayoritariamente’ que está en el artículo. Pedimos que se haga nuevamente la revisión a profundidad de este artículo y esperamos que sea subsanado por los ministerios lo más pronto posible, para evitar justamente que los grandes empresarios de las grandes licoreras de Colombia e incluso de otras partes del mundo entren ahora a producir viche cuando no es su justo lugar en este patrimonio de los pueblos afro del Pacífico colombiano”.
Responde el Ministerio de Cultura
Por su parte, desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, enviaron un mensaje de “total tranquilidad a los productores y productoras de viche ante la preocupación generada por el contenido del artículo 25 de la Resolución 113 del 2024″.
A través de Raúl Alejandro Delgado, asesor del viceministerio de Patrimonios, Memorias y Gobernanza Cultural, el ministerio hizo varias aclaraciones al respecto, “en primer lugar, creemos que es necesario hacer una lectura integral tanto del artículo 25 como de la Resolución y la Ley del Viche, así se podrá constatar que el contenido del artículo es una copia literal de lo establecido en la ley, es decir, la resolución no modifica en ningún sentido lo ya establecido en la Ley del Viche y por normatividad una resolución no tiene ese alcance, no puede modificar el contenido de la ley”.
Ana Copete, Abogada y gestora culturalSe comunicó conmigo la Asesora Jurídica de la Vicepresidenta para confirmar que van a tomar medidas y van a tener las reuniones con el Ministerio de Salud y con el Ministerio de Cultura.
Así mismo, indicaron que “tanto la Resolución 113 del 2024, como la Ley 2158 del 2021, establecen claramente quiénes y dónde se puede producir viche en el Pacífico, esto permite dar cuenta que la cadena de valor de la producción del viche, es decir, la fermentación, la extracción de la molienda no industrial, la destilación y demás, puede darse solamente en los municipios de vocación vichera, así está establecido en el artículo 3 y en el párrafo 6 de la Resolución 113, por lo tanto esa calidad de productor es exclusiva de los miembros de las comunidades afrocolombianas de los territorios ubicados en las zonas rurales del Pacífico colombiano”.