n la mañana de este domingo, Patricia Orrego Barrios, esposa de alias ‘Horqueta’, comandante del frente Capitán Mauricio del ELN en Antioquia, fue víctima de un ataque sicarial mientras repostaba gasolina en una estación de servicio en Girardota.
El suceso, ocurrido alrededor de las 9:30 a.m., fue perpetrado por sicarios a bordo de motocicletas que se aproximaron y abrieron fuego, arrebatándole la vida al lado de su camioneta Hummer.
Tras la detención y condena de ‘Alias Horqueta’ en 2016, Patricia asumió el control de los negocios de su esposo, enfocándose en la minería de oro en la localidad de Amalfi, Antioquia. Sin embargo, la inteligencia militar la tenía bajo investigación por delitos como concierto para delinquir y homicidio, vinculados a sus actividades ilícitas en nombre de su esposo.
Fuentes de inteligencia militar indican que Patricia Orrego Barrios se había convertido en un objetivo prioritario para sus enemigos, quienes ofrecían recompensa por su asesinato. Esta situación la dejaba vulnerable, aumentando el riesgo asociado con sus actividades comerciales ilícitas y personales.
Las autoridades han iniciado una exhaustiva investigación para identificar a los responsables de este crimen y llevarlos ante la justicia. El asesinato de Patricia Orrego Barrios resalta la complejidad de las pugnas entre el crimen organizado en la región de Antioquia.
ELN estaría comprando a personas secuestradas para lucrarse por medio de recompensas, según la Fiscalía
En la tarde del miércoles 3 de enero, la cadena radial Blu Radio dio a conocer una información que revela cómo la guerrilla del ELN, que en la actualidad está en una mesa de diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro, no solo continúa realizando crímenes de guerra como secuestros, sino que ha expandido su negocio ilegal involucrándose en la extorsión y la compra de secuestrados a otros grupos armados.
Esto se trata de un informe de la Fiscalía General de la Nación que detalla como grupos al margen de la ley, como la Segunda Marquetalia de las Disidencias de las Farc, también están aumentando su poder y operaciones en Colombia, aprovechando un eventual o activo cese al fuego como parte de la apuesta por la paz total del presidente Petro.
De acuerdo con el ente acusador, es algo inusual que un grupo guerrillero como el ELN contrate delincuentes comunes para ejecutar sus acciones criminales. Sin embargo, en el último año, ha surgido lo que la Fiscalía denomina “outsourcing criminal”, donde contratan delincuentes para cometer delitos en áreas donde no tienen presencia o compran personas secuestradas para lucrarse a través de recompensas.