A un hombre que vive en Bogotá y que hace muchos años no viene a Medellín, le llegó una fotomulta de un carro en la capital antioqueña.

”Me siento sorprendido por lo que sucedió con mi carro, sobre todo porque hace mucho tiempo no voy a Medellín. No sé si esta situación sea normal o es un hecho aislado en el que yo tuve la mala fortuna de que me la hicieran”, manifestó el propietario del vehículo original, al que le llegó la sanción por incumplir el pico y placa con el carro clonado, que tiene los mismos seis dígitos del documento. Lo cierto es que el real es de Bogotá y el falso aparece en Sabaneta.

Cada año se registran, en promedio, 1.500 de estos casos, si se cuentan también las que están adulteradas o que tienen algún número cambiado, según la Secretaría de Movilidad de Medellín.

Hay un gran mercado criminal en el que se vincula el hurto de carros y motos, los cuales muchas veces no se desintegran para vender sus partes, sino que se comercializan enteros, con placas falsas. | Foto: Libre de derechos

El negocio criminal

Colprensa menciona que los vehículos duplicados se ofertan a un valor comercial inferior al que se pueda estar vendiendo otro del mismo modelo.

Las zonas donde acostumbran a llevar estos vehículos son los municipios del Caribe y las veredas más lejanas de municipios del Nordeste, Bajo Cauca, Magdalena Medio, Suroeste y Occidente antioqueño.

La modalidad también se utiliza en algunos barrios del nororiente de Medellín, con la condición de no sacarla de las fronteras que hay en estos territorios. Pero muchas veces este caso sale mal, porque el comprador, sea en el municipio que sea, decide dirigirse hacia una ciudad y allí es cuando las cámaras de seguridad se terminan dando cuenta de la irregularidad y de que están circulando carros gemelos.

Quien cometa alguna alteración con las placas o las use falsificadas, puede estar incurriendo en el delito de falsedad en documento público, lo que puede dar una pena de hasta nueve años de prisión. | Foto: Roberto Cosulich

¿Cómo se venden las placas?

Para conseguir estas placas, los criminales cuentan con proveedores de confianza, quienes les pueden conseguir este documento, junto con las matrículas, con la originalidad que requieren para que el comprador del vehículo no se alerte de que esta es falsa.

Estos documentos se pueden conseguir en el barrio Miranda, Cuatro Bocas, La Bayadera y La 33, donde hay talleres y negocios en los que se encargan de martillar estos documentos para que tengan apariencia original.

Además, se puede hacer la petición a la carta, de acuerdo con las necesidades que se tengan, como algún tipo de serial, números, letras, todo con el fin de que se vea tan auténtico como si el vehículo hubiera salido con ese documento de concesionario.

Para entregar la placa, se pueden demorar dos días. “Uno hace la solicitud diciendo que no termine en tales números o que tenga tales números y así se la consiguen para uno poderlas utilizar”, señaló Gonzalo, hombre que se dedicaba a estas labores y quien habló con El Colombiano.

Pero las bandas también venden paquetes, en los que incluyen chasis y motor, principalmente de motos, cobrando por ellos entre $700.000 y $1.500.000, dependiendo del vehículo solicitado.

Hay que realizar las verificaciones

La Policía reitera el llamado para que al momento de comprar un vehículo hagan las verificaciones correspondientes, teniendo en cuenta que este año se han desarticulado cinco estructuras dedicadas al hurto de vehículos.

El comandante de la Policía Metropolitana, general William Castaño Ramos, aseguró que este año se han capturado a 31 personas, entre las que se encuentran varias por el delito de receptación, es decir, comprar cosas robadas.

Señaló el alto oficial que muchas veces el no hacer esta revisión puede afectar la vida jurídica del comprador, puesto que podría recibir una pena de uno a cinco años de prisión, así desconozca el origen del vehículo adquirido. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Para el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, “no solamente están quienes manipulan las placas o las falsifican, sino quienes también le ponen stickers tratando de modificarlas para intentar pasar desapercibidos. El mensaje también es muy claro para ellos, que es tan delincuente quien modifica una placa como quien le pone un sticker para evitar una multa”.

Con información de Colprensa.