Nicolás Petro gastó más de mil millones de pesos en lujos en un año. La investigación en su contra por enriquecimiento ilícito demuestra que llevaba una vida ostentosa, pues invirtió exorbitantes cantidades de dinero en viajes, ropa, apartamentos y un vehículo.
Según la Fiscalía, el exdiputado y su exesposa, Day Vásquez, aumentaron su patrimonio en más de 1053 millones de pesos sin justificar la procedencia de estos dineros. El ente acusador hizo un seguimiento detallado a las cuentas de Petro Burgos y registró cada uno de sus movimientos en el escrito de acusación que se presentará en el juicio en su contra el próximo 20 de noviembre.
En el escrito de acusación, un documento de 83 páginas, la Fiscalía expone sus argumentos para tomar esta decisión. Un total de 66 pruebas documentales, 36 testimoniales y 25 declaraciones son las evidencias del ente judicial en contra del hijo mayor del Presidente.
Por un lado, el texto explica que el hijo del mandatario tuvo un aumento abrupto de su capital económico, que no pudo ser justificado de manera legal, por lo que es señalado de lavado de activos. “No reportó tener obligaciones financieras, ni ser participante en sociedades, tener actividades económicas de carácter privado, fideicomisos, ni encargos fiduciarios”, se lee en el escrito de acusación.
Además, la Fiscalía explica que Nicolás Petro “no informó tener inversiones en bonos, fondos de inversión, fondos de ahorro voluntario, ni tampoco haber recibido donaciones que representen deducciones en su declaración de renta”.
Para el ente acusador, estaba claro que Petro Burgos solo contaba con los ingresos percibidos como diputado del Atlántico, labor por la que recibía un pago mensual de 26 millones de pesos en 2022. Sin embargo, sus gastos superaron con creces ese valor. “Nicolás Petro contaba, para el año 2022, con $280.331.394, que corresponden a los ingresos por salarios de $223.305.655, más $57.025.738 equivalentes a un saldo a 31 de diciembre de 2021 en su cuenta”, explica la Fiscalía.
En sus declaraciones de renta de 2020 y 2021, Petro Burgos informó que solo tenía ingresos por su labor como diputado con un patrimonio de $52.872.000, y deudas por $1.708.000 y para el año 2021 de $154.606.000, “sin que para esta anualidad reportara deudas, con un aumento, de un año a otro, del mismo, en $101.734.000″.
El documento, además, describe los gastos de Petro desde el 5 de junio de 2021 hasta el 16 de diciembre del año pasado, fecha en la que compró un Mercedes Benz. Según la Fiscalía, el hijo mayor del Presidente tenía $1.450.837.434 para poder hacer estos movimientos.
En los registros, la Fiscalía hizo seguimiento a los inusuales gastos que comenzó a tener Petro. El 5 de junio hizo un pago en efectivo de 23 millones de pesos correspondiente al arriendo de un apartamento en Barranquilla. Luego, el 8 de julio de 2022, pagó 86 millones de pesos del arriendo de una casa, esta vez en el Condominio La Herradura, en la avenida Las Dunas, en Puerto Colombia.
Sin embargo, estos movimientos fueron menores frente a uno del 12 de septiembre de 2022, fecha en la que Nicolás Petro pagó de contado 696 millones de pesos como cuota inicial para la compra de la casa en La Herradura. Lo extraño de este pago es que el abono entregado por el exdiputado superaba en creces sus ingresos anuales como diputado.
Apenas un mes después, Petro hizo el pago de una casa en Tubará por más de 334 millones de pesos. A esto se suma la compra del lujoso Mercedes Benz por 200 millones de pesos, el 16 de diciembre de 2022, que habría sido un “capricho” de su exesposa, Day Vásquez, también investigada por la Fiscalía.
Además de la compra de casas y el ostentoso vehículo, la Fiscalía registró múltiples gastos en establecimientos de comercio por más de 157 millones de pesos y pagos por servicios públicos que suman cerca de 15 millones de pesos. Para costear todos estos gastos, advirtió la Fiscalía, Petro Burgos tendría en su poder más de 1.450 millones de pesos.
“Para 2022, el señor Petro Burgos solo contaba con 280 millones de pesos, por lo que existen 1.053 millones que no son producto de su labor como diputado y, al no haber reportado ni encontrado otra actividad económica legal y que le genere ingresos ni apalancamiento financiero, estos se reputan como un incremento patrimonial injustificado”, explica la Fiscalía.
Las cuentas de la Fiscalía comenzaron a aclararse cuando Petro Burgos prometió colaborar con la justicia. Aunque la negociación con la justicia no siguió adelante, las declaraciones del exdiputado conocidas por SEMANA se convertirán en pruebas durante el juicio en su contra el próximo 20 de noviembre.