El Servicio Geológico Colombiano (SGC) informó que luego de 89 días en nivel de actividad naranja, el volcán Nevado del Ruíz ha retornado a un nivel de menor inestabilidad, lo cual permite cambiar su nivel de alerta a amarillo.

Esto quiere decir que, según las entidades competentes, existe una baja probabilidad de ocurrencia de una erupción de magnitud considerable.

“Si bien el volcán continúa inestable, durante varias semanas los cambios en los parámetros evaluados no han sido drásticos y, por el contrario, han empezado a presentar fluctuaciones menores con tendencia a la disminución. Esto muestra que la probabilidad de que, en cuestión de días o semanas el volcán haga una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos once años, ha disminuido notoriamente”, explicó el Servicio Geológico Colombiano.

Disminuye la probabilidad de que, en cuestión de días o semanas, el volcán haga una erupción. | Foto: Cortesía Servicio Geológico Colombiano

Al respecto, John Makario Londoño, director técnico de geoamenazas del SGC, explicó: “El Ruiz se encuentra como un paciente que lleva muchos días en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que ha empezado a estabilizarse y que, por esa razón, es trasladado a una habitación con toda la precaución del caso. No obstante, así como el paciente que ahora está en habitación puede empeorar y volver a la UCI, la actividad del volcán Nevado del Ruiz puede incrementar de manera importante y repentina, lo que aumentaría la probabilidad de que haga una erupción considerable y nos obligaría a volver a nivel naranja para prevenir al máximo los impactos de una eventual erupción. Estos fenómenos naturales no son predecibles y, por lo tanto, la clave está en mantenernos preparados y atentos a la evolución de la actividad del volcán”.

Volcán Nevado del Ruiz se encontraba en alerta Naranja a mediados de marzo. | Foto: Servicio Geológico Colombiano

Cabe recordar que desde el pasado 24 de marzo, la actividad sísmica del volcán empezó a registrar incrementos considerables, lo que conllevó a que el 30 de ese mismo mes el SGC declara la alerta naranja.

Con la alerta naranja, las autoridades y actores encargados de gestionar este riesgo volcánico tuvieron que activar todos los planes y acciones preventivas posibles, para así evitar que los impactos de una eventual erupción derivara en un desastre como la tragedia de Armero (1985), en la que, tras una erupción de este volcán, 25.000 personas fallecieron principalmente por efecto de los lahares o flujos de lodo que bajaron por los ríos que nacen en esta estructura geológica y se distribuyeron por sus afluentes.

“Como lo hemos reiterado, la actividad volcánica no se puede predecir, por lo que es imposible saber si un volcán cuya actividad aumenta finalmente hará erupción o no. Por esta razón, siguiendo el principio de precaución y la misión que nuestra entidad tiene de informar al país sobre potenciales geoamenazas, era fundamental cambiar el nivel de amarillo a naranja. Esto permitió que todo el Sistema Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres se activara y tomara las acciones pertinentes para estar preparados ante una eventual erupción considerable. En consecuencia, hoy estamos más preparados para ello que hace tres meses”, advirtió Julio Fierro Morales, director general del SGC.

El volcán Nevado del Ruiz permaneció 89 días en alerta Naranja. | Foto: Servicio Geológico Colombiano

Ahora, 89 días después de permanecer en nivel naranja, el volcán Nevado del Ruiz regresa a nivel de actividad amarillo. Sin embargo, desde el Servicio Geológico Colombiano advirtieron que cuando un volcán está activo, siempre tiene la probabilidad de hacer una erupción en cualquier momento. Es decir, debido a que el volcán Nevado del Ruiz todavía continúa con inestabilidad, en cualquier momento su actividad podría incrementarse, conllevando a que este retorne a nivel naranja o, incluso, a que pase a rojo (erupción inminente o en curso), por lo que se recomienda seguir atentamente su evolución.

De igual forma, la entidad explicó que aún es posible que se registren algunos fenómenos contemplados en el nivel de actividad amarillo, como el aumento en la actividad sísmica, sismos sentidos, emisiones de cenizas, lahares, cambios morfológicos, ruidos, olores de gases volcánicos, entre otros, que, incluso, podrían alterar la calidad de vida de las poblaciones ubicadas en la zona de influencia de este volcán.