El próximo 12 de febrero de 2024 llega a su final la gestión de Francisco Barbosa como fiscal general de la Nación. La búsqueda de su reemplazo ha desatado una guerra sin precedentes por este cargo entre la terna que el presidente Gustavo Petro presentó ante la Corte Suprema de Justicia.
Según la revista Semana, por un lado, el Gobierno ha adoptado una posición crítica, descalificando la gestión de Barbosa y toda la cúpula de la Fiscalía. Los choques entre el Presidente y el Fiscal General se tornaron persistentes. Públicamente, el Jefe de Estado ha tomado partido contra la vicefiscal Martha Mancera en denuncias que han pretendido vincularla con el narcotráfico.
Asimismo, el medio de comunicación resalta que están en juego las investigaciones contra Nicolás Petro, hijo del Presidente; Juan Fernando Petro, hermano del Mandatario; Laura Sarabia, actual directora del Departamento de Prosperidad Social y mano derecha de Petro; el coronel Carlos Feria, jefe de protección en la Casa de Nariño, y la financiación de la campaña del hoy Presidente en 2022, a la que presuntamente se habrían ingresado dineros sucios que no se reportaron.
Además, la investigación de Semana resalta que algunos magistrados del alto tribunal miran con recelo el hecho de que, por lo menos, dos de las ternadas hayan tenido alguna cercanía con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien era magistrado auxiliar y terminó demandando la elección de siete de estos funcionarios.
Sobre las candidatas
Ángela María Buitrago: Muchos aseguran que es la favorita del presidente Petro. En su presentación ante la Corte Suprema de Justicia, algunos magistrados la vieron prepotente y con ínfulas de superioridad moral. Además, quedaron inquietos, pues la ternada habría insistido mucho en que era necesario trabajar en las garantías procesales en la Fiscalía.
Asimismo, Semana señala que los magistrados, “en su independencia protegida por la Constitución, saben que si no eligen a Buitrago podrían enfrentar ataques en su contra amplificados por un eje mediático cercano a Palacio”.
Luz Adriana Camargo: Su intervención cayó bien en la Corte, pero la relacionan directamente con el ministro Velásquez, ya que trabajaron juntos como magistrados auxiliares en la Corte Suprema de Justicia en la época de las investigaciones de la parapolítica.
Luego, desde enero de 2014, Camargo lo acompañó en Guatemala en la polémica Comisión Internacional contra la Impunidad en ese país.
Los procesos terminaron llevando a la cárcel al presidente Otto Pérez Molina y a su vicepresidenta, Roxana Baldetti. Tanto Velásquez como Camargo, en Guatemala, fueron fundamentales para el acuerdo entre Odebrecht y el Estado. Pero la Fiscalía del país centroamericano los ha señalado de incurrir en presuntas irregularidades a favor de la multinacional de los sobornos.
Amelia Pérez: También está de alguna manera relacionada con Iván Velásquez, ya que su esposo, Gregorio Oviedo, fue director del CTI en Antioquia en 1996 cuando el hoy ministro de defensa se desempeñaba como el director regional de la Fiscalía.
Asimismo, los magistrados quedaron con la impresión de que Pérez era la aspirante más desconectada. Y es que algunas de las fuentes le confirmaron a Semana que la jurista tenía una visión que correspondía a una Fiscalía más antigua.
Finalmente, a las tres candidatas que aspiran a convertirse en la sucesora de Francisco Barbosa, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia les preguntaron por su relación con el presidente Petro y el ministro Velásquez. Por lo tanto, las tres se desligaron de ellos.