La Fiscalía General de la Nación, por medio del Grupo de Amenazas, ha iniciado una investigación a raíz de la denuncia pública de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre las amenazas recibidas por el magistrado Alejandro Ramelli y el magistrado auxiliar Hugo Escobar por parte del Clan del Golfo.

Un equipo especializado se ha puesto en contacto con los dos funcionarios judiciales para obtener detalles sobre el origen de las intimidaciones y dirigir los esfuerzos de investigación para identificar y llevar ante la justicia a los responsables.

Estas amenazas se produjeron en el contexto de la investigación que adelantan los magistrados en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre los casos de falsos positivos en Colombia.

Alejandro Ramelli, magistrado de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP.

Petro señaló en su cuenta de Twitter que la búsqueda de la verdad siempre debe ser el principio fundamental de todo proceso de paz y rechazó enérgicamente las amenazas.

Además, el presidente manifestó que si el Clan del Golfo no entiende que la paz implica conocer la verdad, es mejor que lo diga de manera clara y no se pierda más tiempo en el proceso.

La JEP es una instancia judicial creada en el marco del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc para investigar y juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto armado en Colombia.

En un comunicado presentado por la JEP se denunció que dos magistrados de la entidad están siendo amenazados por el Clan del Golfo. “La Jurisdicción Especial para la Paz rechaza las amenazas contra el magistrado Alejandro Ramelli y el magistrado auxiliar Hugo Escobar emitidas por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo”, expresaron.

Al cumplirse un año de funcionamiento, los magistrados de la JEP entregan un balance sobre sus acciones.

La embajada de Estados Unidos en Bogotá también condenó las amenazas a los magistrados Ramelli y Escobar. El embajador Francisco Palmieri dijo en su cuenta oficial de Twitter que rechazaba vehementemente las amenazas y que instaba a las autoridades a investigar y sancionar a los responsables y garantizar la seguridad del personal de la JEP.

La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) se unió y exigió respeto por la vida, la dignidad y el trabajo de los servidores de la JEP, cuya función esencial para la paz de Colombia debe ser protegida.

El representante de la misión de verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, se sumó al rechazo de las amenazas. Massieu destacó que la independencia y seguridad de los magistrados y el personal de la JEP son fundamentales para el avance de la justicia transicional y la paz en Colombia.

El Clan del Golfo

El Clan del Golfo es un grupo criminal que se dedica a actividades ilícitas como el narcotráfico, la extorsión, el secuestro y el homicidio. Es posible que hayan amenazado a los magistrados de la JEP por su labor en la investigación y juzgamiento de delitos relacionados con el conflicto armado y el narcotráfico en el país, los cuales podrían afectar los intereses de grupos criminales.

También conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, es un grupo criminal con presencia en gran parte del territorio colombiano.

Es considerado uno de los grupos armados ilegales más grandes y poderosos del país.

Presencia del 'Clan del Golfo' en Colombia.

El grupo se originó a finales de la década de 1990 como una milicia paramilitar que luchaba contra la guerrilla y otros grupos armados ilegales. Sin embargo, con el tiempo, se convirtió en un actor criminal en sí mismo, estableciendo redes de narcotráfico y expansión territorial a lo largo del país.

El grupo ha sido blanco de las fuerzas de seguridad del Estado en varias ocasiones y ha sido responsable de una gran cantidad de violencia y crímenes en Colombia. Además, ha sido acusado de establecer alianzas con otros grupos criminales internacionales, como los carteles mexicanos de drogas.

El gobierno colombiano ha lanzado varias ofensivas militares contra el Clan del Golfo y ha ofrecido recompensas por información que conduzca a la captura de sus líderes. A pesar de esto, el grupo sigue siendo una amenaza para la seguridad y la estabilidad en Colombia.