Durante la mañana de este viernes, 2 de febrero, se conoció que Laura Sarabia habría tomado una drástica decisión para su permanencia en el gobierno de Gustavo Petro.
La directora de Prosperidad Social y exjefe de gabinete del mandatario nacional, le presentó su carta de renuncia; sin embargo, esto parece que fue simbólico ya que el presidente Petro no la aceptó.
La determinación de Sarabia se habría dado después del tenso consejo de ministros del miércoles de esta semana en la Casa de Nariño, que dejó a varios integrantes del gabinete bastante molestos; cabe destacar que la funcionaria cuenta con todo el apoyo del jefe de Estado.
En esa reunión de alto nivel, Petro les hizo un llamado de atención a todos los funcionarios por la baja ejecución presupuestal. Según indican los funcionarios presentes, esta habría sido la reunión más tensa en los últimos 17 meses de gobierno.
Ante la evidente molestia de Petro, algunos ministros se mostraron dispuestos a renunciar de forma protocolaria, para que el mandatario ajuste el equipo.
El escándalo de Laura Sarabia
Laura Sarabia es una de las funcionarias más polémicas del gobierno del cambio, ya que afronta una investigación de las autoridades judiciales por el caso del polígrafo a su exniñera Marelbys Meza, situación que la ha obligado a comparecer ante la Fiscalía.
Cabe recordar que mientras Laura Sarabia estuvo sin trabajo, tras renunciar al cargo de jefe de gabinete del Gobierno nacional, los fiscales de derechos humanos se encargaron de adelantar las investigaciones por su presunta responsabilidad en todo lo hecho para llevar a Marelbys Meza, su exniñera, a los sótanos frente al Palacio de Nariño.
Inclusive, ahora que es directora de Prosperidad Social, su defensa, el abogado Carlos Mario Gómez, solicitó a los fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia que su cliente fuera escuchada en diligencia de interrogatorio, lo que hicieron semanas después de la asignación del proceso a los delegados.
Cabe destacar que Sarabia resultó envuelta en este escándalo, después de llevar a quien fuera su niñera en vehículos oficiales, hasta los sótanos del Palacio de Nariño, como parte de una supuesta investigación que se adelantaba por el hurto de un dinero en el apartamento de la entonces jefe de gabinete del gobierno.
Fue justamente la seguridad presidencial la encargada, sin orden judicial, de trasladar a Marelbys y someterla a unas pruebas de poligrafía que, en criterio de la Fiscalía, fueron ilegales y atentaron contra la dignidad de la mujer.