Díaz fue entregado a una comisión de ayuda humanitaria conformada por miembros de la ONU y la Iglesia Católica. Después de ser liberado, fue transportado en helicóptero hasta la ciudad de Valledupar.
Cabe recordar que Luis Manuel Díaz fue secuestrado el pasado 28 de octubre en el municipio de Barrancas, La Guajira.
Los nuevos detalles de la liberación
Él, junto con un equipo médico, monseñor Héctor Fabio Henao y delegados de la ONU, participaron desde las primeras horas del día en el operativo de liberación de Luis Manuel Díaz Jiménez.
Por eso, momentos después de entregar a ‘Mane’ a su familia en el barrio Lleras, el obispo entregó detalles de lo que fueron esos primeros momentos, desde que aterrizaron en el pico de una montaña hasta que tuvieron al hombre en su poder.
“No hubo ningún requerimiento, lo único que quería el ELN es que hubiera el despeje, porque había mucha Fuerza Militar en la región y se supone que es un poco complicado entregarlo con esta situación”, precisó monseñor al diario El Tiempo.
“Cojo, porque lo habían hecho caminar prácticamente dos días. Se supone que venía un poco maltrecho, malherido y cansado después de esta situación”, expresó el obispo de la diócesis de Riohacha.
‘Mane’ estuvo caminando durante seis días
Asimismo, indicó que Díaz Jiménez, de 56 años de edad, estuvo por cuatro días caminando cuando fue secuestrado el pasado 28 de octubre por la guerrilla del ELN. En otras palabras, fueron cuatro días sin descansar, luego de que fuera privado de la libertad en la Serranía del Perijá, muy cerca de la frontera con Venezuela.
Además, cuando lo fueron a entregar, ‘Mane’ venía caminando otros dos días. Por lo tanto, este periodo que indica el religioso concuerda justamente con las 48 horas desde que la Fuerza Pública hizo un reposicionamiento de tropas.
”Se supone que, aunque el ser humano puede caminar ciertos kilómetros, pero cuando lo ponen a caminar bajo presión es un poco más complicado. Fue por la Serranía del Perijá, no salieron del sector. Muy cerca de Venezuela, no sé si alcanzaron a pasar”, añadió.
Monseñor Francisco Ceballos manifestó que no habló mucho con el recién liberado, por respetar su intimidad y su cansancio. Por lo tanto, él y monseñor Héctor Fabio Henao solo lo acogieron, según recuerda y le dieron la bienvenida a la libertad.
“Cuando lo abrazo, se pone a llorar y a agradecer, pero sin muchas expresiones, sin muchas palabras. Más bien la emoción de sentirse libre y de ver gente conocida, porque yo lo había confirmado a final del año pasado y me reconoció”, resaltó a El Tiempo.
Fue un aterrizaje de alto riesgo, según monseñor
En cuanto al desplazamiento desde el sitio de entrega hasta Valledupar, también el religioso comentó al respecto. Cabe recordar que después, de la capital del Cesar, fue trasladado a su tierra natal, en medio de una caravana que fue acogida por los distintos pobladores.
“Fue algo muy corto. El helicóptero aterriza en el pico de una montaña. Me parece muy buen piloto, porque aterriza en un sitio donde prácticamente no se podía aterrizar. Nos desplazamos unos 20 metros, ahí esperamos un poco hasta que fueron apareciendo con él en unos 10 minutos. La operación fue muy rápida, digo yo 45 minutos más o menos”, detalló el obispo.
Por último, monseñor Ceballos, fue muy criticó con el flagelo al que fue sometido don Luis Manuel y al que siguen sometidos otros ciudadanos colombianos, sobre todo si los combatientes del ELN actualmente están en cese al fuego bilateral y sentados en una mesa de diálogos de paz con el gobierno nacional.
“El secuestro es un crimen abominable. Nadie puede aceptar la privación de la libertad de un ser humano y si es por dinero peor todavía. Por ninguna causa se puede secuestrar. Esto lo tiene que decidir el gobierno, en estas situaciones tan difíciles de violación del Derecho Internacional Humanitario sigan sentados en la mesa. Tiene que haber más exigencia de ambas partes para llegar a acuerdos y así no involucrar a la población civil”, concluyó.