El hotel Gotham, ubicado en el Poblado, en Medellín, no volverá a operar tras el reciente escándalo donde un hombre extranjero ingresaba con dos menores de edad a sus instalaciones.
Timothy Alan Livingston fue sorprendido con dos niñas menores de edad dentro de un jacuzzi, según testigos. Él hoy es acusado por las autoridades colombianas de cometer presuntos delitos de explotación sexual comercial.
La decisión de cerrar el hotel la tomaron sus dueños, justificando que la reputación del lugar cayó drásticamente y que las habitaciones no volverán a ocuparse como antes.
“Estamos liquidando los empleos vinculados a la vivienda turística y ayudaremos a los afectados con la búsqueda de otros trabajos formales y estables”, se lee en un comunicado de prensa expedido este domingo por la compañía.
Los propietarios agregaron que, por ahora, seguirán trabajando con las autoridades competentes en el proceso de investigación por el episodio. Sobre todo, hay un interés particular para que se establezcan dos asuntos.
Así mismo, en el comunicado de prensa entregado por los dueños del hotel, cuestionaron las declaraciones brindadas por la Alcaldía de Medellín, pues los funcionarios aseguraron que iban a realizar una solicitud de embargo a la propiedad por hacer justicia y evitar la explotación sexual.
Frente a esto, la empresa dijo: “Los anuncios públicos de extinción del dominio sin fundamento legal solo terminan afectando a la industria, los inversionistas y las personas que trabajan en ella. Más de 1.500 hoteles y 15.000 listados en Airbnb”.
Los detalles del caso
Livingston llegó a Colombia en la última semana de marzo, con la idea de quedarse en Semana Santa y algunos días más en Medellín. Se hospedó en el hotel Gotham, en la carrera 37 con la calle 8A, en el sector de la vía Primavera, y alquiló la habitación mediante aplicaciones de hospedaje.
Desde los primeros días habrían comenzado los problemas con el extranjero, pues el pasado miércoles santo intentó entrar a su habitación con dos mujeres, con apariencia de menores de edad. Un hombre encargado de la seguridad, haciendo cumplir los protocolos establecidos, de inmediato le prohibió el ingreso al lugar, por lo que se tuvo que retirar con sus acompañantes.
Aun así, Livingston insistió en buscar algún vacío de seguridad para violar las restricciones y un día después logró ingresar con dos menores de edad. Gracias a la denuncia de un testigo, las autoridades llegaron al lugar, donde encontraron al extranjero con las menores de 12 y 13 años.
Con el paso de las horas se han conocido detalles sobre los hallazgos de las autoridades en la habitación del quinto piso del hotel Gotham, donde el hombre de 36 años fue encontrado con las dos niñas. Según reveló El Tiempo, además de las dos niñas habría un tercer menor de edad de 10 años, quien hizo de campanero para facilitar el ingreso al lujoso hotel, aprovechando el relevo del vigilante.
Una fuente indicó a ese medio que al menos 12 policías de Infancia y Adolescencia llegaron al lugar. En la habitación, encontraron a Livingston junto a las niñas al interior de un jacuzzi en el que habría consumido drogas.
“El señor tenía los cigarros de marihuana alrededor del jacuzzi, en una especie de tarro. Y había quitado los censores de humo para que no se activaran las alarmas y nosotros subiéramos. Y la tarjeta de apertura de puertas del hotel estaba en un mesón untada de tusi (cocaína rosada). Además en el baño habían cinco condones usados”, se lee en el informe.
Pese a esta situación, no hubo acordonamiento del área y, según reseñó ese medio, parte de la evidencia clave se habría perdido, pues la botella con las colillas de cigarros de marihuana desapareció. Además, como los primeros uniformados que llegaron a la habitación no dejaron instrucciones, las empleadas del hotel limpiaron el cuarto y botaron los elementos que incriminarían a Livingston.
Hasta el momento la Fiscalía ha establecido que no se preservó la escena y que incluso uno de los policías usó el mismo baño de Livingston. Por esa razón, los entes de control iniciaron investigaciones para determinar si hubo un mal proceder e incluso prevaricato por parte de los agentes que atendieron el caso.
Una indagación similar inició la propia Policía buscando aclarar el porqué el extranjero no fue puesto a disposición de la Fiscalía y por qué no permaneció detenido a pesar de la evidencia encontrada.