El presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, aterrizó hace unos minutos en la ciudad de Montería, desde donde se desplazará a Montelíbano, para liderar un consejo de seguridad en medio de la situación que se vive en la región por el paro minero. El mandatario colombiano, en medio de la situación, se ha venido pronunciando sobre los hechos de violencia que vienen ocurriendo en el Bajo Cauca antioqueño, debido al paro minero y a la posible vinculación del Clan del Golfo en la protesta. Precisamente, sobre la quema de dos ambulancias en Caucasia, el jefe de Estado señaló a esta estructura criminal de estar de los hechos violentos, donde hasta utilizaron una camilla de una de las ambulancias incineradas para jugar con ella sobre la vía. Lea aquí: Ni el toque de queda frenó hostigamientos y desmanes en el Bajo Cauca por paro minero “Estos jóvenes no han recibido estudio y por ello ni saben que se convirtieron en violadores de derechos humanos. No les importa. Recibieron dineros del Clan del Golfo para hacer daño y hacer pasar esa violencia como un paro social”, señaló Petro a través de Twitter.
“El clan del golfo es heredero de las estructuras paramilitares del Urabá, por ello fue creado por el mismo estado, pero cobró autonomía con el narcotráfico y la minería ilegal. Actúa sobornando funcionarios y con el terror sobre la población”, dijo el mandatario. Y añadió: “Estas estructuras son también hijas de un fracaso: el del proceso de paz con los paramilitares. El estado no sido capaz de ejercer soberanía en las zonas donde organizaciones armadas deciden dejar las armas. El Estado no solo son armas sino democracia y justicia social”. Estas acciones violentas contra la misión médica se presentaron en la tarde-noche del sábado en diferentes puntos de Caucasia. La primera ambulancia fue incinerada en cercanías de una estación de gasolina, donde los delincuentes obligaron a bajar a todo el personal médico de ella. La segunda, que cruzaba por el puente Carlos Lleras Restrepo y al parecer pertenecía al Hospital Nuestra Señora del Carmen, de El Bagre, fue interceptada por hombres que dijeron ser mineros y obligaron a una mujer embarazada a bajarse de ella.