La Policía Nacional confirmó que el intendente Carlos Bonilla, comandante de la estación de Policía de Teorama, en Santander, fue asesinado mientras realizaba labores de patrullaje en el territorio.
Gravemente herido, uno de los uniformados lo subió a una carretilla y lo trasladó de urgencia a un puesto de salud en donde recibió atención médica, pero debido a la gravedad de las heridas, falleció.
Las primeras versiones indican que, al parecer, el uniformado fue asesinado por disparos de un francotirador. Ante esto, las autoridades no han establecido quién cometió el crimen, pero es de carácter público que en la zona opera el autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las FARC.
Diferentes Organizaciones defensoras de derechos humanos han reiterado el llamado al Gobierno nacional para priorizar acciones que mitiguen la crisis de seguridad en el Catatumbo y para brindar mayor protección tanto a la Fuerza Pública como a la población civil, quienes en numerosas ocasiones se encuentran en medio del fuego cruzado.
Es la segunda vez que un francotirador asesina a un comandante de Teorama
El 28 de abril de 2017, el subintendente Jaime Leonel Mariño, comandante de Policía de Teorama, murió al ser alcanzado por el disparo de un francotirador mientras instalaba un puesto de control.
El oficial llevaba solo dos meses en el cargo y en aquella época, las autoridades ofrecieron una recompensa de 50 millones de pesos para dar con los responsables.
Ante el reciente caso, se espera que las autoridades entreguen un comunicado donde aclaren todo lo sucedido y se pronuncien sobre los diferentes hechos de violencia que azotan esta zona del país.
El municipio de Teorama, como otros que integran el Catatumbo, ha sido escenario de constantes ataques contra la Fuerza Pública, así como de secuestros, asesinatos y desplazamientos forzados de la población civil. La región, además, enfrenta una crítica situación de orden público vinculada al narcotráfico y a la lucha por el control territorial entre distintos grupos armados.