Luego del inicio oficial de la mesa de diálogos del Gobierno y las disidencias de las Farc comandadas por ‘Iván Mordisco’, el Alto Comisionado de Paz exigió la liberación de tres jóvenes secuestrados el pasado domingo 15 de octubre en zona rural de Buenaventura.
Juan David Mosquera, Johan Valencia e Ismael Arroyo, al parecer, fueron secuestrados por la columna Jaime Martínez, de las disidencias de las Farc, en la vereda San José del río Yurumanguí, en el Puerto de Buenaventura.
Ante esto, el Comisionado de Paz pidió al llamado Estado Mayor Central de las Farc respetar la vida de los tres jóvenes y su inmediata libertad, en cumplimiento al acuerdo de respeto a civiles pactado este lunes 16 de octubre con las disidencias de las Farc. En este pronunciamiento, también se instó a este grupo armado a aplicar rigurosamente el Derecho Internacional Humanitario para proteger a la población en el territorio de Yurumanguí.
“Las partes entienden por cese al fuego la suspensión de operaciones militares ofensivas, operaciones especiales de la Policía Nacional y las acciones ofensivas del Estado Mayor Central de las Farc, con el propósito de respetar la vida de los habitantes del territorio nacional, reducir la violencia, aliviar las crisis humanitarias”, se lee en el documento del cese al fuego.
En ese sentido, Leonardo González, director de Indepaz, advirtió que tras la firma de la tregua con las disidencias, todos los secuestrados deberían volver a la libertad. “El cese al fuego debería iniciar con la libertad, sin condiciones, de todos los secuestrados como cumplimiento del artículo 2 del decreto del cese al fuego sobre el respeto a la población civil”, escribió.
Este lunes 16 de octubre se pactó un fin al fuego que irá hasta el 15 de enero de 2024, aunque tendrá posibilidad de prorrogarse. Se acordó conformar la mesa con representantes del Gobierno y de las disidencias, así como con personal del Ministerio de Defensa, un observador militar y uno policial.
Se buscará elaborar un protocolo para determinar las áreas de presencia del EMC. Aunque el Estado Mayor Central y el Gobierno acordaron el cese al fuego, no se suspenderán las acciones de la Fuerza Pública contra las economías ilegales.
Durante los diálogos y el cese, además, habrá un mecanismo de monitoreo, que estará integrado por delegados del Alto Comisionado para la Paz, del Ministerio de Defensa, de la Fuerza Pública, de la disidencia de ‘Mordisco’, de la Misión de Verificación de la ONU y de la Misión de Apoyo al Proceso de paz de la OEA.
”Empezamos luego de catorce meses una fase sustancial, de exploraciones, con altibajos. Hemos tenido más de 25 reuniones, hemos intensificado el diálogo, de manera secreta y privada, pero hemos resuelto las contradicciones, hemos avanzado”, dijo el comisionado de paz, Danilo Rueda.
”Tenemos tres meses para ganar el corazón de muchos colombianos escépticos”, subrayó rueda, al resaltar que la aplicación del Derecho Internacional Humanitario puede garantizar la construcción de “una democracia para todas y todos”.
A su turno, el jefe negociador del Gobierno, Camilo González Posso, afirmó que en la vigencia del cese al fuego se trabajará en las zonas afectadas por el conflicto entre el Estado y las disidencias. “Esta es una experiencia de participación sin armas, de reconversión de economías ilegales”, destacó González.
También resaltó que se estuviese hablando de paz luego de un cese al fuego fue el delegado del partido de oposición Centro Democrático en las negociaciones, Fabio Valencia Cossio. ”Lo importante es la población y el respeto a la libertad, la gente no quiere que se siga asesinando ni que se siga extorsionando”, apuntó, a la vez que señaló que en “anteriores procesos de paz” el Gobierno y los grupos ilegales se habían sentado a planear acuerdos “en medio del conflicto”.
Andrey Avendaño, el jefe negociador del Estado Mayor Central, dijo que esta mesa de diálogos es “una nueva oportunidad”. “La guerra nos quitó la juventud, nos impidió tener infancia, educarnos, crecer al lado de nuestras familias y amigos”, indicó el guerrillero. “No queremos que otros pasen por eso”, concluyó.
*Con información de Colprensa.