En la clínica Valle del Lili de la ciudad de Cali falleció el taita Álvaro Morales Tombe, luego de no superar una serie de quebrantos en su salud.

" El Taita era alegre y descomplicado tanto así que no necesitaba oficina para atender a la gente, eso siempre lo caracterizó, su gran capacidad para escuchar a su comunidad", rememora Diana Jembuel Morales, periodista misak. | Foto: Suministrada

“Su vida política estuvo inspirada siempre en la crianza de la identidad y autoridad del pueblo misak enraizando en las generaciones la educación propia desde el trabajo de la tierra, el restablecimiento de la memoria y el territorio, donde el gobierno propio se ejerce sembrando y cultivando el campo”, expresa Diana Jembuel Morales, periodista misak.

También otros comuneros de este pueblo ancestral indicaron que “el ejercicio de autoridad de Álvaro Morales radicó en cuidar los territorios guambianos de la injerencia de los actores armados, también porque le apostó a la resolución de conflictos territoriales entre comunidades, todo a partir de la lucha por el territorio con la fuerza de la gente, liderar las movilizaciones del pensamiento comunitario para materializar el concepto de Autoridad a Autoridad contra el establecimiento de la iglesia, los grandes hacendado, los partidos tradicionales, y contra esos acontecimientos que cotidianamente en nuestros tiempos desarmonizan el ser misak”.

Luego de conocerse la noticia de la partida de este líder misak, trascendieron aspectos de su vida, la cual siempre estuvo al servicio de su comunidad, la misma que ahora adelantará la siembra en su territorio ancestral.

“La formación comunitaria la empezó con el cargo de Alguacil, mensajero, quien visita de casa en casa llevando información o invitación a los comuneros de una vereda. En el año 1979 comenzó a participar en las reuniones que hacían las Autoridades de su comunidad; cinco años después sería nombrado como secretario general, donde le validaron su trabajo y fue nombrado como consejero de Mamas y Taitas, para promover los procesos de lucha socializando y encabezando los trabajos de recuperación de tierras hasta el año 1988″, relata Diana Jembuel Morales.

Los Misak comercializan ulluco, papa y otros productos de tierra fría.

Para 1989 fue nombrado Gobernador del Cabildo de Guambía, espacio que se dio a la lucha que lideró este representante comunero, buscando la conservación de su etnia, bien lo confesó en una de las tantas entrevista que concedió para contar la historia de su lucha.

“Se alcanzaron a recuperar cuatrocientas setenta y dos hectáreas de las fincas: La Selva, La Silvania, Chero, Disgusto, Rincón y se hicieron importantes acuerdos con el Gobierno, entre comunidades como Ambaló, Cric, Aico; cabe mencionar a los líderes grandes como: Taita Lorenzo Muelas, Taita Segundo Tombe Morales (quien murió en julio del 2017), Taita Mario Calambas, entre otros, con el apoyo de todos ellos y toda la comunidad fue posible las recuperaciones de tierras y los acuerdos”.

Uno de los mayores aportes del pueblo misak al movimiento indígena y a la humanidad, después del Derecho Mayor, ha sido el Plan de Vida Guambiano o Misak, donde Álvaro Morales Tombe contó con una participación activa y donde se plasmó el pensamiento y la vida de esta cultura originaria, la cual tiene presencia en los departamentos de Huila y Cauca.

"Quienes lo conocimos en medio del bloqueo y de las negociaciones con el gobierno lo consideramos un “taita” sabio. Pero más que sabiduría era un hombre eminentemente práctico. Con un sentido común propio de los campesinos, pero fortalecido con la sapiencia y paciencia india", expresó el periodista payanés Fernando Dorado. | Foto: Suministrada