Por Luz Stella Cardona Ruiz, redactora de El País
Aunque las vías terciarias son el 69 % de las carreteras del país, solo el 19 % se encuentran en buen estado. Con la constitución del Instituto de Vías Regionales, Invir, el Gobierno nacional busca, no solo subsanar esta situación, sino también llevar desarrollo económico y social a las comunidades rurales.
Pero, algunos sectores se muestran preocupados por el hecho de que la nueva entidad podrá contratar directamente con comunidades rurales, cabildos, organizaciones populares, organismos de acción comunal, mujeres y víctimas, entre otros.
Para María Isabel Ulloa, directora de Propacífico, si bien existe la necesidad de realizar inversiones para las vías regionales que permitan un mejor acceso a servicios sociales y una mejor conectividad entre los municipios, este propósito no solamente se logra creando entidades, advirtió.
“Es importante priorizar, saber dónde debemos invertir los recursos; poder tener confluencias de fuentes, no solamente las públicas sino también las privadas. Tenemos que estar seguros de quiénes están mejor capacitados para hacer determinadas obras. De pronto las JAC (Juntas de Acción Comunal) están más capacitadas para hacer el mantenimiento, pero vamos a necesitar personas con algo más de técnica para poder hacer las construcciones”, dijo.
Por su parte, Juan Martín Caicedo, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura, CCI, durante el XX Congreso Nacional de la entidad, también mostró sus reparos sobre los mecanismos de contratación directa “en algunos casos sin límite de cuantía”, previstos en el Plan de Desarrollo y su reglamentación.
“Si de lo que se trata es de avanzar con éxito en este propósito, es imperativo evitar que la reciente creación del Invir pueda derivar en contrataciones directas mal habidas, e incluso, en obras fallidas por sumas muy cuantiosas”, sostuvo Caicedo.
Para evitar dichos riesgos, propuso al Gobierno que sean las pymes de ingeniería, (68 mil en todo el país) las que participen con las comunidades en la construcción de los caminos veredales y vías terciarias.
“Sería conducente una veeduría, eminentemente técnica de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, dada su condición de órgano consultivo del gobierno”, opinó.
Este planteamiento también fue apoyado por María Fernanda Santa, directora ejecutiva de la CCI Occidente, quien recomendó que haya un acompañamiento de las pymes de ingeniería del país. “El mensaje es que estamos listos para acompañar a las JAC para que las vías terciarias queden rigurosamente bien construidas y duren en el tiempo”.
Entre tanto, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, expresó que Invir es una institución que podría tener un rol importante en poder dinamizar aún más la ejecución de vías terciarias tan relevantes para el campo colombiano, por la forma de conectar los sitios de producción agropecuaria con los centros de distribución y consumo. Pero, dijo, “la preocupación tiene que ver con ese artículo que habla de un régimen de contratación especial, en el que se menciona que, en el caso de algunas organizaciones de la sociedad civil, se puede hacer contratación directa, sin importar la experiencia o la cuantía de esa contratación”.
Por su parte, Edwin Maldonado, director ejecutivo del Comité Intergremial del Valle, afirmó que “nos preocupa en el decreto que se piense en manejar el tema con las comunidades independientemente de la cuantía. Aquí hay un riesgo de baja capacidad y de que no se desarrollen los proyectos y también puede haber un tema de corrupción”.
Red terciaria del Valle
La Secretaría de Infraestructura del Valle del Cauca confirmó que el departamento tiene un poco más de 7000 kilómetros de vías terciarias de las cuales el 14 % está en perfecto estado y el 45 % en regular condición, es decir, se pueden transitar, pero tienen algunas situaciones, mientras el 1 % está en pésimo estado, esto es en Buenaventura y Bahía Málaga.
Frank Ramírez, titular de esa dependencia, expresó que el Norte del Valle con 16 municipios apenas tiene el 10 % en buen estado, mientras el 46 % está regular.
De igual forma, la subregión Centro, con 13 municipios, tiene el 14 % en buen estado y regular el 40 %. “Es decir, que casi el 60 % de las vías terciarias tienen condiciones adecuadas de transitabilidad, pero el reto es ese otro 40 %. Cómo vamos a intervenir los corredores, no solamente las terciarias, sino también secundarias y primarias”, manifestó el funcionario.
Experiencias exitosas
En el país ha habido experiencias exitosas en la construcción de red vial terciaria con algunas asociaciones y entidades. Una de ellas es la Federación Nacional de Cafeteros.
Héctor Fabio Cuéllar, director ejecutivo del Comité de Cafeteros del Valle, explicó que ha sido una experiencia muy interesante porque “en las terciarias hemos hecho alianzas público-privadas y también convenios con el gobierno departamental y los municipios en varias modalidades”.
“Creo que lo que necesitamos ahora y de lo que se está hablando es de mecanismos que sean muchos más ágiles y esperamos que el que se está proponiendo nos permita acompañarlos, si podemos hacerlo, con la experiencia que tenemos. Creo que tendremos que buscar las diferentes modalidades donde con municipios, gobernación y ahora con esta nueva iniciativa del Gobierno, podamos trabajar unidos”, indicó Cuéllar.
Finalmente, Ceferino Mosquera, presidente de la Federación de Acción Comunal del Valle del Cauca, calificó como excelente la noticia.
“Ya habíamos solicitado al Gobierno nacional la creación de un organismo que reemplazara lo que fue antiguamente Caminos Vecinales. El señor Presidente de la República escuchó a las comunidades y creó el Instituto de Vías Regionales. De esta manera podemos nosotros tener la posibilidad de que se concreten las carreteras terciarias y los caminos vecinales”, indicó.
Frente a posibles hechos de corrupción en el manejo de los recursos, Mosquera respondió que “la acción comunal siempre ha manejado recursos y ha hecho contrataciones con el Estado, y tenemos nuestra documentación en regla. Con base en esto, hacemos el manejo del dinero y luego rendimos cuentas al Estado”.
Y enfatizó: “La acción comunal permite que las obras sean menos costosas y que sean buenas. Muchas veces con lo que un ingeniero haría 100 metros de placa huella nosotros hacemos 150 o 180 metros, porque la mano de obra la pone la comunidad y no estamos buscando utilidades”.