A partir de este viernes 22 de septiembre el cuerpo del maestro Fernando Botero permanecerá en cámara ardiente en el Capitolio Nacional. Así lo confirmó Iván Name, presidente del Congreso, con el fin de que los colombianos puedan homenajear y despedir al artista que falleció la semana pasada a los 91 años en Mónaco, luego de complicaciones de salud debido a una nemonía.
De acuerdo con Name, la familia de Botero aceptó traer el cuerpo a Colombia para llevar a cabo una serie de homenajes en distintas regiones del país. “La familia del maestro Fernando Botero ha decidido traer su cuerpo a Colombia para rendirle el homenaje que se merece y hemos coordinado para que en el Capitolio Nacional podamos tenerlo en cámara ardiente desde el viernes a las 11:00 a. m., para que quienes deseen venir a despedirlo lo puedan hacer tranquilamente”, aseguró el congresista.
El cuerpo del maestro Fernando Botero permanecerá por tres días en cámara ardiente, hasta el próximo lunes 25 de septiembre, culminando con una eucaristía en la Catedral Primada para su último adiós.
Iván Name afirmó que están trabajando en toda la logística pertinente para que cualquier ciudadano colombiano o visitante que desee asistir al homenaje en la cámara ardiente pueda hacerlo.
La traída del cuerpo a Colombia
La triste partida de Fernando Botero, el eminente artista plástico colombiano, conmovió a Colombia y al mundo entero el pasado viernes 15 de septiembre. El ilustre escultor y pintor, originario de Medellín, falleció a la edad de 91 años en su residencia en Montecarlo. Su deceso ocurrió apenas cuatro meses después del de su gran amor, la artista plástica Sophia Vari, quien partió de este mundo el 5 de mayo.
En un principio, se había anunciado que todos los homenajes funerarios se llevarían a cabo en Pietrasanta, Italia. Sin embargo, tres días después de su partida, los hijos del maestro revelaron que el cuerpo de Botero será repatriado a Colombia, donde se le rendirá tributo en capilla ardiente tanto en Bogotá como en Medellín.
“Estamos abrumados con esta situación tan difícil, quedamos inundados de una gran sensación de orfandad, pero estamos haciendo todo lo que hay que hacer, incluyendo llevarlo a Colombia”, manifestó uno de los hijos de Botero durante una conversación con Mañanas Blu.
Poco después de hacerse pública la noticia, los hijos de Botero, Fernando, Lina y Juan Carlos, emitieron un comunicado en el que anunciaron la repatriación del cuerpo. “Ante la conmovedora reacción del pueblo colombiano y la generosa invitación de parte de las autoridades del orden nacional, departamental y municipal, así como el Congreso Nacional de Colombia, por medio de la presente nos permitimos comunicar a la opinión pública que llevaremos el cuerpo de nuestro padre a su querida tierra natal para su despido final, reza el comunicado.
Asimismo, detallaron que el traslado a Bogotá está programado para el jueves 21 de septiembre, luego a Medellín, y finalmente a Italia, donde descansará junto a su amada esposa, Sophia Vari, en el cementerio de Pietrasanta.
Juan Carlos Botero, hijo del maestro, compartió que uno de los deseos de su padre era despedirse de “su gente” en Colombia. Por lo tanto, el cuerpo del afamado escultor será trasladado al país y posteriormente llevado de regreso a Italia, donde reposará junto a Sophia Vari.
“Estamos realizando todos los trámites porque son muchos, pero eso es lo que vamos a hacer con toda seguridad y, tan pronto como podamos, llegaremos a Colombia con él, para que puedan llevarse a cabo los homenajes necesarios”, subrayó.
El hijo del renombrado artista colombiano también compartió cómo fueron los últimos meses de vida de su padre. “Nunca nos detuvimos a pensar cómo sería la vida sin mi padre porque era inconcebible, estuvimos dedicados a aprovechar cada instante que teníamos con él”, relató.
A pesar de sus problemas de salud, especialmente el parkinson, que le causaba rigidez progresiva y dificultades para hablar, comer y caminar, Botero siguió realizando lo que amaba hasta sus últimos días. “Él tenía una condición muy difícil que era parkinson, tenía una progresiva rigidez y por eso en los últimos meses de su vida le costaba mucho hablar, comer y caminar, pero podía pintar y lo hizo hasta el último día de su vida”, destacó Juan Carlos.
Aunque su salud ya no le permitía trabajar en los grandes lienzos de óleo por los que era conocido, Botero continuó creando pequeñas acuarelas en una mesa de su estudio.
Su hijo rememoró una valiosa lección que su padre le transmitió: su sencillez y humildad. Botero nunca olvidó sus raíces, a diferencia de muchos que, al alcanzar la fama, se desconectan de sus orígenes. “Muchas personas cuando alcanzan la fama se olvidan de sus raíces y de su origen, mi padre, al contrario, vivía orgulloso de nacer en Colombia, de nacer en Antioquia y lo más curioso es que hablaba varios idiomas y todos en acento paisa”, expresó.