La curul con la que el hijo del presidente Gustavo Petro llegó a la Asamblea del Atlántico le fue regresada al empresario Santander Aguilar Villa, luego de que Petro Burgos renunciara a ella en medio del escándalo y sus deudas con la justicia en donde se le imputó cargos por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Resulta que una vez Nicolás alcanzo la segunda mayor votación a la carrera por la Gobernación del Atlántico le otorgaron la curul en la Asamblea departamental que aceptó, y desbancó a Aguilar, un empresario reconocido en el ámbito de la construcción, pero ahora Aguilar regresa como parte de la coalición Atlántico Avanza, que conforman los partidos Nuevo Liberalismo, En Marcha y la Alianza Verde; partidos considerados de centro.
La decisión del reemplazo de Nicolás Petro Burgos dentro de la duma departamental la tomó la junta directiva, y fue confirmada por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Con un documento finalmente hicieron publica la decisión.
“Teniendo en cuenta la redistribución de curules realizada por la Registraduría Nacional del Estado Civil, la vacancia absoluta de la curul será suplida por el señor Santander Aguilar Villa”, se leyó en el documento emitido por el CNE, tras la solicitud del presidente de la corporación, Welfran Mendoza.
Sobre Nicolás Petro y su proceso con la justicia se conoció recientemente que denunció a través de un comunicado, de su abogado una serie de amenazas y hostigamientos en su contra desde que decidió cooperar con la Fiscalía, en medio de la investigación por los dineros irregulares en la campaña presidencial.
Las palabras de la defensa resuenan con firmeza: “Hostigamientos, intimidaciones, acercamientos irregulares a su lugar de reclusión, mensajes públicos vía Twitter, persecuciones, amenazas y estigmatizaciones mediáticas falases de su persona y la de sus abogados”.
Con determinación, el abogado recalcó que lo que está pasando es una “estrategia” para descalificar la colaboración de Nicolás Petro. “Se trata de una narrativa mentirosa, demencial y violenta que pretende afectar al testigo, sus declaraciones, a su defensor, interferir en las estrategias defensivas y ponerle palos en la rueda a la administración de justicia, cuando no tratar de ocultar la verdad por la vía de eliminar física y moralmente a testigo y defensa”.
Asimismo, afirmó que todo lo que está ocurriendo no tiene que ver con pretensiones políticas, ya que, dijo, “no atacamos ni defendemos proyectos políticos, sino al ser humano Nicolás Petro. Pero insisten en poner en peligro grave nuestras vidas”.
Con el comunicado, el apoderado lanzó un llamado urgente por la vida y seguridad tanto del testigo como de su equipo legal. Denunció una cruda trama que va más allá de las estrategias legales con las que, a su parecer, están buscando entorpecer y desviar el camino de la justicia. Por lo que, sostuvo, se está haciendo pública cada fase del proceso.
“Todas y cada una de las actuaciones adelantadas en este proceso han sido públicas, transmitidas en tiempo real a todo el mundo, con una cobertura universal, y con el acompañamiento de la defensa técnica que nunca ha observado asomo de presión, vulneración de sus derechos, intimidaciones, o constreñimientos de ninguna especie. Todo lo contrario, las defensas, acompañadas del Ministerio Público, dan cuenta del trato de altura y humanidad que se le brindó a Nicolás Petro Burgos”.
Como si fuera poco, también hizo una grave denuncia contra Eduardo Noriega, representante del partido del presidente Gustavo Petro, Colombia Humana. Teleki aseguró que Noriega “pretende obstaculizar el proceso de colaboración con la justicia”.
“Rechazamos y nos dirigimos a la CIDH -11 de agosto del 2023- para negar todo apoyo a petición abusiva, impertinente, mentirosa, falaz, cargada de intereses politiqueros, que hiciera el representante de un partido político, Colombia Humana, de nombre Eduardo Noriega, quien usurpando las posiciones y asumiendo amicus curiae falso pretende obstaculizar el proceso judicial de colaboración, intimidar a la defensa por acusaciones fantasiosas de conspiraciones que solo están en su cabeza, alegaciones espurias sobre presiones a Nicolás Petro, supuestos procedimientos ilícitos, violaciones absurdas e irreales derechos de Nicolás Petro; en fin, toda una suerte de entelequias que ponen en riesgo mortal el proceso y los sujetos procesales”.