Cabe recordar que en Bogotá, según cifras de la ONG ambientalista Greenpeace, hubo 3.400 muertes prematuras atribuibles a la exposición de materia particulada de diámetro 2.5 en el año 2021. Por eso es necesario que las personas sean conscientes de la calidad del aire de la ciudad en la que viven y que las organizaciones apuesten por mejorar este indicador de sostenibilidad fundamental para la vida de los humanos y animales.

En Bogotá está el Índice Bogotano de Calidad del Aire (Iboca), que cuenta con 20 estaciones y mide la concentración de PM, que genera efectos nocivos en la salud. | Foto: Guillermo Torres Reina

Esos valores están relacionados con un intervalo de concentración de contaminantes específicos que se miden a nivel internacional como un estándar para evaluar la contaminación y que están relacionados con afectaciones a la salud y el ambiente.

En tal sentido, califican la calidad del aire como: favorable, de 0 a 50 PM; moderada, de 51 a 100 PM; regular, de 101 a 150 PM; mala, de 151 a 200 PM y peligrosa, de 201 a 500. A partir de las mediciones, se emiten las alertas ambientales. Incluso, en marzo de este año, la Alcaldía de Bogotá emitió una por ‘una calidad regular en el aíre’.

En la página web de la entidad se refleja el monitoreo constante en las 20 estaciones que se tienen. Una de las estaciones en las que hay mayor cantidad de PM es en la de Carvajal-Sevillana, ubicada al sur de la ciudad y con cercanía a fuentes contaminantes como buses y empresas.

Respuesta de la Secretaría de Ambiente de Bogotá

Hasta el momento, la cartera de Ambiente de la capital ha señalado que se trata de un fenómeno de inversión térmica y que además “hay influencia de incendios forestales y arenas del Sahara”.

La Secretaría de Ambiente analiza si durante este jueves hay alguna novedad con respecto a la calidad del aire en el sur occidente de Bogotá o si se trata de un fenómeno de neblina. Hasta el momento han señalado que se trata de un fenómeno de inversión térmica.

Asimismo, aseguran mediante sus redes sociales que “hay influencia de incendios forestales y arenas del Sahara”.