Profesores del sector artístico y cultural aseguran que en uno de los pilares de formación artística más importantes del departamento de Santander hay precariedad laboral debido a malos manejos. Varios docentes indican que estarían laborando sin contrato, que hay demoras en los pagos, cambios de personal al parecer motivados por recomendaciones de la administración central y, en general, incertidumbre que termina afectando a una población estudiantil de 2.306 jóvenes, acorde al informe del primer trimestre de la Escuela Municipal de Artes de Bucaramanga (EMA).
La información disponible por parte de la EMA y el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga (IMCT) que es el ordenador del gasto de la escuela, indica que el cuerpo de docentes pasó de 754 al cierre de 2023 a 84 en 2024, acorde al informe rendido en el Concejo el pasado 23 de junio. Es decir, que hubo un bajonazo del 800% en el total de la contratación.
“Desde que estoy en la EMA siempre ha sido regla que cambien los profesores o cambian la malla sin notificarnos o ningún tipo de participación. El pasado mes de abril, el Instituto Municipal de Cultura y Turismo convocó una reunión en el auditorio Pedro Gómez Valderrama, para contarnos cómo va todo y presentarnos a la nueva coordinadora. A partir de allí empezaron a sacar muchos maestros porque supuestamente tenían que vincular a otras personas cercanas a la Alcaldía. Es un tema que se alcanzó a mencionar en privado y en algunas reuniones”, relató Luisa Margarita Daza, vocera estudiantil de la EMA.
Dentro del ambiente estudiantil, aseguran que existe un número no concreto, pero sí alto de docentes que se mantienen trabajando sin contrato o con retrasos en los pagos. Al respecto, el pasado 24 de julio se realizó una protesta frente a las puertas del IMCT por las condiciones de 24 docentes que llevan más de un mes sin pago. “Solo dos personas han firmado contrato a la fecha, pero no tienen fecha de inicio”, reveló una fuente de la EMA que pidió reserva de su identidad por temor a represalias.
“Demostrar con cifras estos manejos es difícil porque todos son CPS y la administración tiene la potestad de hacer lo que quieran, pero eso nos preocupa”, agregó Daza. “Dicen que hay problemas con el banco. Desde la semana pasada están diciendo eso… Se demoraron un montón con el pago”, relata una docente de la EMA que pidió reserva de su identidad, dado que espera mantenerse laborando dentro de la escuela.
Esta molestia nace con la designación de la coordinadora de la EMA, María Angélica Rey Nassar, a quien acusan de no tener la preparación ni la experiencia para poder sacar adelante a la escuela. Rey Nassar es psicóloga de profesión y ejercicio, pero según el manual de contratación de la propia entidad, su perfil no se ajusta a las necesidades del cargo. Es más, nunca ha tenido experiencia en cargos educativos, de formación o similares. La denuncia pasa porque su designación pasa por un tema de simpatías con la actual administración encabezada por el alcalde Jaime Beltrán.
Ante las inconformidades, los estudiantes y docentes ya han protestado y crearon un Instagram específico para denunciar los hechos relacionados con la EMA. Al revisar la contratación del IMCT, consta que el contrato de Rey Nassar iba hasta el pasado 11 de junio y no ha sido extendido. Dentro de los estudiantes advierten que al parecer las presiones funcionaron.
Un cuerpo directivo sin idoneidad
Sin embargo, no es el único caso de perfiles que no cumplen con las funciones de su cargo. De hecho, al revisar los manuales de funciones del Instituto, la gran mayoría del cuerpo directivo de la entidad, empezando por su propia directora, Maylin Jaramillo, no cumple con la idoneidad requerida para el manejo de la entidad encargada de la cultura y el turismo de Bucaramanga.
Acorde a la hoja de vida proporcionada por la directora Maylin Tatiana Jaramillo Bermúdez, esta es Ingeniera Industrial de profesión con especialización en gerencia. Sin embargo, acorde al Manual de Contratación del IMCT, estos títulos no son parte de los requisitos de estudio y experiencia.
Igual pasa con Daniel Brijaldo Michaels, subdirector Técnico e historiador de profesión. El Manual de Contratación pide un núcleo de conocimiento diferente.
Mismo caso con Laura Melissa Patiño Contreras, Subdirectora de Turismo y administradora de empresas. Según el Manual de Contratación, si bien cumple parcialmente con el requisito académico, no lo hace con la experiencia, pues no tiene nada relacionada con temas de turismo.
Denuncian también el caso de Ruth Andrea Flores Luque, Subdirectora Administrativa y Financiera e Ingeniera industrial de profesión. Pero según el Manual de contratación, además que debe ser de otra profesión, se le exige estudios de posgrado y no los tiene.
Toda esta trazabilidad sale el manual de contratación que es público. Aun de haberse realizado modificaciones para cumplir, estas debieron comunicarse por vías oficiales.
Sin embargo, acorde a una fuente de alta confianza al interior de la entidad, estos cambios en el manual se realizaron a escondidas. “No lo han publicado porque lo que le dicen a los directivos es que es solo el núcleo de estudio y que no es mayor cosa. Entonces se ajusta la camisa de acuerdo al cliente. Para poder contratar a los directivos, modificaron el manual para quitar la experiencia relacionada y los estudios directos de finanza”, reveló un funcionario que pidió reserva de su identidad por temor a represalias laborales.
Un breve contexto
La EMA nació en 2016 como una iniciativa de formación para que jóvenes y niños de escasos recursos de Bucaramanga puedan acceder a educación en artes y oficios (música, pintura, teatro, danza, etc) de alta calidad.
Este modelo busca que para muchos jóvenes que provienen de sectores vulnerables, el arte sea una alternativa para no terminar desescolarizados o vinculados en iniciativas de tipo criminal. En total, la Escuela posee 4 programas de formación, los cuales requieren a los profesores de manera continua, pues en diferentes casos de vulnerabilidad, son a los docentes quienes deben movilizarse a sectores vulnerables para impartir las clases.
Usualmente, los profesores de la EMA son contratados por 11 meses para que dediquen su tiempo completo en la formación de alta calidad de los estudiantes beneficiados y esta labor culmina con el EMA Fest, en donde se expone a la ciudad los resultados de estas iniciativas.
Sin embargo, este año, el EMA Fest se canceló, muchos docentes tuvieron que impartir clases de forma gratuita y los alumnos perdieron el sitio donde se daban las clases, que usualmente era el Centro Cultural del Oriente.