El ex presidente César Gaviria dice que la Constitución está bastante íntegra pese a reformas. Enfatiza que es necesario reglamentar la reelección.
Los días de la Asamblea Nacional Constituyente se mantienen vivos en la memoria del ex presidente César Gaviria. El ex gobernante recuerda cada instante, incluso esos que no compartió como la Presidencia colegiada de Horacio Serpa, Antonio Navarro y Álvaro Gómez, de la que dijo que no funcionaría. Tuvo que retractarse. Hoy tiene claro que, pese a las reformas, la Carta Magna se mantiene íntegra y reconoce que a la Constitución le faltaron más elementos para el control político, del que dice no está funcionando bien.Alejado de las mieles del poder, Gaviria se mantiene al margen del escenario político del día a día y sólo admite hablar de Constitución, tema que lo apasiona. Pone el pecho cuando se refiere al bombardeo del principal campamento de las Farc, Casa Verde, ese 9 de diciembre de 1990, día en que los colombianos acudían a las urnas para elegir a los constituyentes. Uno puede pensar que no han debido usar ese día, eso es legítimo, pero no pueden decir que no hay paz por eso, manifiesta. La Constitución cumple 20 años. ¿No cree que le han modificado mucho?Creo que la Constitución está bastante íntegra. Se han hecho algunas reformas inocuas, otras que uno podría decir son inconvenientes pero no la alteran y algunas otras que se requerían como el fortalecimiento de los partidos políticos del 2003, el restablecimiento de la extradición y no más.En realidad no he sido partidario de la reelección en cabeza mía, nunca lo fui y nunca lo voy a ser. He hablado y he dicho recientemente que si se va a dejar esa reforma en la Constitución se debía tramitar el proyecto, que nosotros presentamos, para que el Presidente en su segundo mandato no intervenga en la elección de algunos cargos, para evitar el problema de contrapesos.Creo que como nosotros tenemos tantos asuntos de la administración del Gobierno consagradas a nivel constitucional históricamente, pues de tiempo en tiempo toca cambiar cosas. ¿Cómo cambiar la concepción que existe de que un problema se soluciona con una reforma constitucional?Es que tenemos muchas cosas que no son sólo de la Constitución del 91 sino de mucho antes. Todo lo que es la parte orgánica de la administración pública está consagrado en la Constitución. Algún día debemos desconstitucionalizar eso, porque es lo que hace que cada vez que uno quiera reformar una institución toque cambiar la Constitución. Y si va a cambiar las funciones toca hacer lo mismo. Valdría la pena, en algún momento, desconstitucionalizar unas materias, pero eso no es para meterse en los derechos, ni con la tutela, sino un mundo de aspectos que podrían estar o en leyes estatutarias o en simples leyes. Usted toca el tema de la tutela. El Gobierno ya anunció una reforma a la Justicia y en ella se van a vincular unas modificaciones a esta herramienta constitucional. ¿Qué opina de esto? No puedo hablar en hipótesis. En principio creo que la tutela es un mecanismo eficaz para que haya justicia y que lo que hay que hacer es darle eficacia al resto de la justicia, no quitarle eficacia a la tutela.De la tutela se abusa porque los seres humanos se equivocan y los jueces, de vez en cuando, también se equivocan o permiten abusos o no se dan cuenta que se está abusando, porque muchas personas para defender determinadas conductas ponen 20 tutelas al tiempo y el juez no tiene por qué saber que pusieron las 20 tutelas al tiempo. La tutela es un mecanismo eficaz y no creo que el Congreso vaya a debilitarla. El choque de trenes no es un tema en el que la Constitución quedó mal sino que el control concentrado de constitucionalidad genera esos problemas. Hoy no hay tantos choques de trenes como antes, ha habido mucha voluntad de la Corte Suprema, el Consejo de Estado y la Corte Constitucional para ir resolviendo problemas. Ese es un mecanismo que todavía se puede refinar más para evitar el choque de trenes. Creo que eso se debería hacer. Ahora, no se les puede pedir que se pongan de acuerdo, el Gobierno tiene que encontrar una fórmula en la que crea y defenderla y sacarla adelante. Casa Verde y la pazUno de los propósitos de la Constituyente fue la búsqueda de la paz. Se dice que el bombardeo a Casa Verde afectó este objetivo... Sí, esa es una decisión que se tomó. No tengo problema en decir que al llegar a la Presidencia le dije al Ministro de Defensa y de las Fuerzas Armadas, aquí no hay zonas vedadas en el territorio nacional, ustedes pueden entrar a cualquier parte cuando quieran y a mi se me informó que se había decidido hacer eso ese día, un día antes unas horas antes no recuerdo, pero como yo había dicho eso, acepté. Es fruto de una decisión que tomé desde que inicié el Gobierno, no de hacer eso ese día, sino de decirles que lo hicieran en un momento que ellos consideraran más conveniente y que hubiera más posibilidad de éxito. Hoy, 20 años después, ¿cree que fue un error? Yo no creo. Después de lo que hemos visto de las Farc, ellos estuvieron sentados en la mesa después de eso, entonces, cuál es el problema, o sea que alguien piense que no debió hacerse ese día, después de eso hicimos negociaciones, estuvimos sentados con las Farc. Nadie le puede echar la culpa a eso. Uno puede pensar que no han debido usar ese día, eso es legítimo, pero no pueden decir que no hay paz por eso. Después de que hicimos eso se dieron las únicas negociaciones que se dieron hasta las del Caguán, y ya. No se puede decir que el presidente Andrés Pastrana no hizo un esfuerzo descomunal y no logró su objetivo. Uno puede decir, de pronto, no es que el Presidente se equivocó, pero hizo todo el esfuerzo él y toda la sociedad colombiana. Echarle la culpa a ese episodio de que no ha habido paz es un poco exagerado. ¿Es esta Constitución la mejor herramienta para la búsqueda de la paz? Dígame en Colombia quién defiende la lucha armada. En ese sentido es un mecanismo de paz, ni los indígenas que tenían la costumbre de alzarse en armas, ni la gente urbana que no se alza en armas. Este país ha avanzado mucho porque la lucha armada ya no tiene ninguna legitimidad política, no hay ningún sector de la sociedad colombiana que justifique la violencia por razones institucionales, la gente que antes se alzaba, ahora invoca la Constitución y lo que dice es que no le cumplen. Nadie dice que las Farc tengan la razón o que la única manera de cambiar a Colombia sea el alzamiento armado, ese tipo de lenguaje ya despareció de la sociedad colombiana. Control político, en veremos¿Qué le pudo hacer falta a la Constitución? Falta todavía mucho en control político. Si se va a buscar un estatuto de oposición tiene que ser que el control político funcione. Lo que quiero decir con eso es que los controles políticos, por ejemplo, a los mecanismos de excepción han funcionado, se han usado de manera más razonable y no de manera permanente, pero los políticos no están funcionando bien, no hay realmente un debate político cuando se acepta buenamente todo, no hay análisis jurídico. La moción de censura, no se puede decir que no ha servido para nada, pero tampoco ha funcionado bien. Los informes del Presidente y de los ministros deberían ser un elemento de control político, pero no tienen mayor contenido.Los debates del Congreso se hacen de una manera tan poco ordenada, son tantos que es muy difícil que eso se refleje en verdadero control político. Creo que hay que empezar a pensar en los sistemas parlamentarios para esto, que los ministros a fecha y hora vayan allá y que los parlamentarios les pregunten.Ese mecanismo de que todo tiene que ser por escrito no veo cuál es la utilidad. ¿Que para que el ministro sepa?, no, porque él está obligado a saber lo que pasa en su cartera y si no sabe dice dentro de ocho días vengo y les cuento y se acabó. En esa época, se dice, a usted le llegó la Presidencia con la muerte de Luis Carlos Galán, le cayó la Constituyente y luego decidió acabar con Casa Verde, ¿cómo hizo para afrontar tanto? A mí me sirvieron mucho los cuatro años del presidente Virgilio Barco y mi propia experiencia como Presidente de la Cámara. Yo, a pesar de todo de que realmente fue una cosa accidental e inesperada, estaba preparado, traía todo el bagaje de los problemas porque los había vivido en carne propia y me preocupé por llegar preparado. Por eso yo mismo asumí el acuerdo sobre el temario de la Constituyente, las reformas económicas llegaron pronto porque tenía un equipo económico que era claro desde hace tiempo y en pocas semanas todas las reformas estuvieron en el Congreso o todas las decisiones fueron tomadas. Nosotros estábamos preparados para eso y por eso pudimos aprovechar muy bien los primeros meses de gobierno y los cuatro años. Cuando a mi me dicen que si el tiempo era poco o mucho, puedo decir que a mi no se me quedaron grandes ideas que no tuve tiempo de tramitarlas, porque no se me quedaron. Las cosas que quise hacer las hice y nadie se opuso a ninguna cosa ni me hundió nada. Hicimos todo lo que quisimos hacer. Si faltó algo, faltaron ideas, no es que no hubo tiempo ni nada. Hay quienes dicen que se debe hacer una nueva Constitución... Cuando uno dice que se debe hacer una nueva Constitución primero hay que tener claro que esa es una puerta que cierra la Constituyente del 91 al decir que cuando se convoque una constituyente hay que aclarar cuáles son los temas o los artículos de la Constitución a reformar y hay que tramitar en el Congreso la ley con ese contenido.Entonces, una constituyente no se puede convocar para cambiar toda la Constitución, porque cuando alguien propone eso hay que preguntarle qué quieres hacer, no se puede convocar para que vuelva y haga todo y vuelva a empezar, porque esos problemas no existen.Cuando nosotros convocamos la Constituyente y el decreto fue a la Corte decía detalladamente todo lo que queríamos hacer, nosotros no la convocamos para que hiciera lo que quisiera, fue la Corte la que derogó el temario, pero nos pusimos de acuerdo los partidos exactamente en los artículos de la Constitución y los temas que queríamos reformar. ¿De la Constitución, qué elementos se demoraron para su reglamentación?Creo que la mayor tardanza estaba y está en las normas referentes al desarrollo de la Ley 100, que es una hija de la Constitución, todo el sistema de subsidios directos a los ciudadanos surgió de la Constitución, el sistema de concesiones de carreteras, los subsidios de vivienda, los subsidios agrícolas, todo eso está basado en la Constitución.Ahora, ¿qué es lo que ha pasado con la salud? La integración vertical no estaba autorizada ni prohibida en la Ley 100, no se habló de eso. El problema más grave es que en la Constitución hay una norma que le da a la gente el derecho de elegir y eso lo han estado violando sistemáticamente y dejaron crear unos monopolios en la salud que son muy dañinos, que son para mi juicio mucho más dañinos que la propia integración vertical. Quitarle el derecho a la gente de escoger su hospital, eso no lo pueden hacer, eso es violar la Constitución.Lo otro que ha pasado es que tenía que crear una Superintendencia de Salud que definiera las diferencias entre las EPS y los ciudadanos, pero como no la pusieron a asumir esa responsabilidad, entonces son los jueces los que tienen que dirimir cada diferencia. El sistema seguramente necesita cambios, pero en realidad los problemas han surgido por descuido.¿Qué falta por reglamentar? Ya es tiempo de que los derechos sociales tengan leyes estatutarias, de cómo se ejercen los derechos, qué debe hacer el Estado y qué no, cómo los ciudadanos pueden apelar a eso, porque estamos llenos de problemas. Hay más temas. La Constitución dice que los subsidios deben estar en el presupuesto nacional y desde hace muchos años no están, entonces los improvisan. Eso es una violación sistemática de la Constitución.