Pasado el mediodía del sábado, 16 de marzo de 2024, se registró un ataque por parte del frente Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc a la comunidad de Toribío, Cauca.
Según se informó, los hechos se desencadenaron a partir del secuestro de un estudiante de la institución educativa Sesteadero, quien, es habitante de la vereda La Palma. Al enterarse de la situación, la comunidad, las autoridades del territorio de Toribío y la guardia indígena iniciaron la búsqueda del menor.
Todo se presentó en una de las vías del resguardo de Toribío y alertó a la comunidad en general. Pasadas unas horas, se ubicó al menor y se logró su liberación, al igual que la inmovilización del vehículo en el que trasladaban al estudiante contra su voluntad.
“(...) La comunidad se concentra alrededor del vehículo y exigió que los miembros del grupo armado dieran explicación de las razones e intenciones de los hechos de desarmonía; la respuesta, sin mediar palabras, fue disparar indiscriminadamente a la comunidad”, se informó por medio de un comunicado oficial.
En medio del actuar violento resultaron tres personas heridas identificadas como Carmelina Yule Paví, mayora Kiwe Thëgnas, de 52 años; comunero Rodrigo Ul Músicue, de 34 años; y Edgar Tumiñá. Recibieron heridas de gravedad en el rostro por disparos de fusil, así como de arma de fuego en un hombro, respectivamente, mientras que la última fue rozada por una bala.
A raíz de lo ocurrido, la Asociación de Cabildos Indígenas de Toribío, Tacueyo y San Francisco ‘Proyecto Nasa’ emitió un comunicado en el que reiteró el llamado a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos a nivel nacional e internacional, al igual que al gobierno de Gustavo Petro, para que adopten acciones urgentes que salvaguarden el territorio, la integridad y la identidad cultural del pueblo.
“Instamos a generar espacios, herramientas y condiciones reales y eficaces para la construcción y gestión de paz desde los territorios (...). A los dirigentes de los grupos armados que a diario amedrantan, asesinan, secuestran, extorsionan, desplazan y reclutan a integrantes de la comunidad, les decimos ¡BASTA YA! El pueblo Nasa de Toribío no puede seguir derramando sangre de comuneros hermanos por una guerra que no nos pertenece”, agregó.
Por otro lado, el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) rechazó el ataque armado contra la comunidad de Toribío.
Finalmente, el Cric puntualizó un llamado urgente al presidente Gustavo Petro y a la ONU Derechos Humanos a realizar acciones coordinadas de protección a las comunidades indígenas del Cauca y al Alto Comisionado para la Paz para que conminen a los actores armados a que cesen la violencia en los territorios.