El Presidente Gustavo Petro participa la tarde de este viernes 15 de diciembre en la ceremonia de ascenso de 36 altos oficiales de la Fuerza Pública, en compañía del Ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el Comandante de las Fuerzas Militares, General Helder Bonilla.
Durante su discurso, el mandatario centró su alocución en la importancia de la inteligencia policial, algo en lo que está centrado, según él, su gobierno.
“En los consejos de seguridad hablamos de cómo la inteligencia policial nos va a llevar al capo, porque en nuestro gobierno vamos por los capos, no por los campesinos que cultivan hoja de coca. A ellos les ofrecemos salidas y mientras les ofrecemos salidas, la inteligencia del Estado debe caer sobre el capo, el que corrompe al político, el que logra incluso que el Estado le ayude a su exportación de droga”, dijo Petro.
Y volvió a defender la derogación del decreto que prohíbe el consumo de la dosis mínima, haciendo referencia a que “la policía no puede estar raqueteando el bolsillo de una persona. A lo que se tiene que dedicar, con inteligencia, es a ir detrás del jíbaro, de la olla y del gran narcotraficante. Y para eso se necesita inteligencia para detectar por donde se mueven los jíbaros, donde están las ollas de expendio”.
Dijo además que con esa inteligencia están empeñados en destruir bandas de extorsionistas, que operan en la cárcel con ayuda de los funcionarios del interior de los centros de reclusión y que espera, con los nuevos alcaldes, crear programas que permitan reestructurar estos centros penitenciarios.
“Le hemos propuesto a la Policía priorizar la destrucción de bandas de extorsionistas que en su mayoría operan en las cárceles. Con los alcaldes nuevos vamos a hacer programas, con dinero del Gobierno, para reestructurar el vecindario de las cárceles y hacer círculos de parques que permitan que la inhibición de comunicaciones en una cárcel no afecte a la ciudadanía”, indicó.
Aprovechó para hablar del proceso de negociación con la guerrilla. Fue claro en decir que el Gobierno no ve prioritario el tema del cese al fuego, sin antes no lograr una destrucción y reemplazo de las economías ilícitas como la cocaína, el oro, la extorsión y el secuestro.
“Las conversaciones del gobierno con estos grupos no nos emociona que solo haya un cese al fuego, porque no por lograr un cese al fuego, vamos a permitir que la sociedad quede indefensa, por tanto, el cese al fuego queda subordinado al reemplazo de estas tareas ilícitas ya mencionadas como la coca, el oro, la extorsión y el secuestro”, dijo.
Finalizó diciendo que Colombia no puede seguir siendo una patria boba, haciendo referencia a que “nos estamos matando entre colombianos, cuando los que se quedan con la plata son las mafias mexicanas, nos quedamos con el trabajo sucio, con el pecado, mientras las mafias internacionales se dedican a la buena vida”.