La temporada de lluvias ha afectado al departamento del Chocó, donde la creciente del río Baudó ha dejado a más de 3.800 familias afectadas y cuatro personas fallecidas, tres de ellos niños. De acuerdo con las autoridades, dos niños de la comunidad indígena de Antadó, del Medio Baudó, se ahogaron en el río ante la creciente súbita.
El coordinador de Gestión del Riesgo de Desastre del municipio, Manuel Santos Valencia, informó a El Tiempo que la emergencia que ya completa una semana ha hecho que miles de familias lo pierdan todo a causa de la creciente de los afluentes del río.
Por su parte, Ángel Mosquera, representante legal de Acaba, aseguró que la situación de la población es dramática. “Los ríos y caños se han desbordado y esto ha generado que el nivel del agua aumente, tanto así que se han perdido los cultivos, las aves de corrales, ha afectado las vías internas del departamento del Chocó”, dijo.
“Se han perdido casas y múltiples cultivos para la gente del territorio. Le queremos pedir al Gobierno departamental y nacional de que por favor miren a estos territorios, ya no queremos más ayudas como las que se han dado, de momento, sino ayudas que permitan mitigar la situación en la subregión del Baudó”, añadió.
En el municipio de Alto Baudó se vive una situación similar e igualmente urgente. Según afirmó Ariel Salazar a dicho medio de comunicación, la alerta por la creciente del río inició el marte, y para el miércoles ya se había inundado el municipio, una situación cotidiana que lamentablemente ha sucedido en diversas ocasiones cuando llega el invierno.
“Desde hace dos días el agua está subiendo. Desde ayer fue la alerta, ayer ya se estaba inundado parte del pueblo, pero hoy ya se terminó de inundar y lo peor es que el río sigue creciendo, sigue aumentando”, dijo el mandatario.
De las 135 comunidades que viven en el Alto Baudó, por lo menos 100 se han visto afectadas gravemente por las inundaciones, por lo que las autoridades municipales del departamento han declarado la calamidad pública con el objetivo de movilizar recursos para ayudar con urgencia a los afectados por la tragedia y evitar que sucedan más estragos.