Hay alerta ambiental en el municipio de Vigía del Fuerte, en el Urabá antioqueño, por el estado del río Atrato. El botadero a cielo abierto colapsó y los desechos que la población arroja están cayendo al afluente que los habitantes de este municipio utilizan a diario para todas sus necesidades.
El panorama es angustiante, pues las montañas de basura contiguas al río están contaminando el agua que pobladores de Vigía del Fuerte, en Antioquia, y Bojayá, en Chocó, consumen. La ribera, que separa al agua de la selva, está repleta de costales, bolsas, botellas y todo tipo de desperdicios que son recolectados en las casas y negocios del casco urbano.
Incluso, los lugareños advierten que esta situación ya ha impactado la salud de algunas personas. “Nuestras comunidades hoy consumimos esa agua, lavamos ahí y nos bañamos con esa agua. Ya han resultado muchas personas afectadas, con problemas de la piel y problemas respiratorios porque los residuos están llegando al río”, contó un líder ambiental en diálogo con el canal regional Teleantioquia.
Por su parte, la alcaldesa de Vigía del Fuerte, Jhoselin Lozano, manifestó que el municipio no cuenta con los recursos para enfrentar esta emergencia, por lo que hace un llamado al gobierno departamental y al gobierno nacional a desplegar sus capacidades para encontrar una solución.
“Es un tema delicadísimo, por eso insistimos en que tenemos una alerta sanitaria en el municipio. No vamos a generar la calamidad pública o la emergencia sanitaria, porque somos un municipio de sexta categoría, cuyo presupuesto no es el más amplio, entonces necesitamos el apoyo de todas las entidades”, expresó la mandataria local.
La comunidad está alarmada ante la llegada de la temporada de lluvias, pues los líderes locales creen que con una creciente del río, una mayor cantidad de desechos terminaría en el afluente, agudizando esta situación.