La Jurisdicción Especial para la Paz anunció la apertura del Caso 11, que está enfocado a casos de violencia basada en género y que incluye delitos de violencia sexual, violencia reproductiva, y otros crímenes cometidos por prejuicio basados en la orientación sexual, la expresión y/o identidad de género diversa en el marco del conflicto armado colombiano.
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De acuerdo con la JEP, analizaron los informes y bases de datos presentados por la ciudadanía y organizaciones estatales. Con base en esto, se encontraron 35.178 víctimas de todos los actores del conflicto por hechos de violencia sexual, reproductiva y otras violencias de género y por prejuicios, en hechos cometidos entre 1957 y 2016.
De este registro, la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad de la JEP encontró que el 89,2% de las víctimas son mujeres y el 35% sufrieron de la violencia cuando eran niñas, niños y adolescentes.
Se estableció también que la mayor parte de estos hecho se les atribuye a grupos paramilitares en un 33%, luego siguen las extintas Farc-EP con 5,82% y agentes del Estado en 3,14%. Sin embargo, en el 30% de estos registros, no se logró identificar al presunto actor armado responsable.
Según los magistrados de la JEP, estos fueron los criterios objetivos y subjetivos para la apertura de este caso: “En primer lugar, por la gravedad de los hechos. En segundo lugar, por la magnitud de la victimización que se vislumbra. En tercer lugar, por los múltiples factores de vulnerabilidad que recaen sobre las víctimas. En cuarto lugar, por la representatividad que incluye el gran significado simbólico que tiene para un amplio sector de la sociedad la investigación de estas conductas y la posibilidad de que, con ello, se supere la brecha de impunidad que históricamente ha recaído sobre ellas”.
Asimismo, aseguraron que para cometer estos hechos de violencia, “los perpetradores se sirvieron del lugar de dominio que les dio las armas y del ejercicio del poder armado para seleccionar a las víctimas y cometer los crímenes”.
Este nuevo caso investigará tres subcasos más, todos bajo el crimen de violencias basadas en género, que se explicó en la apertura de la conferencia.
Subcaso 1
La Sala investigará dos patrones: el primero serán los crímenes motivados por la orientación sexual, identidad y/o expresión de género diversa de personas de la población civil, donde se encontró que el 33% de los relatos en los informes, señalan hechos cometidos a, principalmente, hombres gais, mujeres lesbianas y personas trans y cuyo crimen con mayor recurrencia es el desplazamiento de las víctimas con el 67%.
El segundo patrón será sobre los delitos motivados por el sexo contra niñas, adolescentes y mujeres adultas de la población civil, se halló que el 67% de los relatos corresponden a crímenes por el hecho de ser mujeres, pues en los informes, las víctimas relataron que sus victimarios les decían “esto le pasa por ser mujer”.
Subcaso 2
Aquí se investigará la violencia basada en género contra personas civiles cometidas por miembros de la Fuerza Pública. Según el 44% de los relatos, estos crímenes fueron perpetrados por agentes del Estado en todo el país. Igualmente, se identificaron dos patrones en este subcaso. El primero corresponde a crímenes motivados por la orientación sexual, identidad y/o expresión de género diversa de personas civiles, y se agrupan en el 17% de los testimonios cuya violencia se ejerció con el fin de someter, perseguir, estigmatizar y eliminar a las víctimas.
El segundo señala aquellos que se cometieron por la motivación de tratarse de mujeres niñas o adultas por parte de efectivos de la Fuerza Pública, se agrupa el 82% de los hechos de este subcaso.
Subcaso 3
Este está relacionado con las violencias basadas en género atribuibles tanto a integrantes de las antiguas Farc-EP como a miembros de la Fuerza Pública, cometidos contra sus compañeros o compañeras de filas. La Sala identificó factores comunes relacionados con las jerarquías y las formas de disciplinamiento militar, propio de ambas estructuras.
Se estudiará bajo dos patrones: el primero sobre los hechos cometidos al interior de la Fuerza Pública, donde se encontraron que la mayoría de las víctimas son hombres jóvenes de entre los 18 y 23 años, los cuales muchos de ellos se encontraban prestando el servicio militar. Y el segundo lo propio en las Farc-EP.