Un juez ordenó la detención en prisión de 24 militares involucrados en el operativo en el caserío Alto Remanso, Putumayo, donde murieron once civiles, incluidos un gobernador indígena, un líder social y un menor de edad.
El teniente coronel Néstor Andrés Cadena Bautista, el capitán Jorge Erney Marroquín Cadena, el teniente Julián Ernesto Ávila Martínez, los sargentos segundo Cristian Gabriel Pérez Galindo y Maicol Andrés Quiñones Mendoza, los cabos primero Wilber Leonardo Rodríguez y Wilson Andrés Santamaría Ramos, y 17 soldados profesionales, son los involucrados en la investigación realizada por las autoridades competentes.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos presentó las evidencias y destacó que se llevó a cabo una inspección para ubicar a alias Bruno, señalado cabecilla de la estructura disidente de las Farc autodenominada Comandos Defensores de Frontera, todo esto, por orden del comandante del Batallón contra el Narcotráfico n.° 3.
Bruno, al parecer, no estaba en la zona y con pleno conocimiento, unidades del Batallón contra el Narcotráfico y del Pelotón de Reconocimiento Táctico, vestidos con prendas oscuros, habrían accionado sus armas de dotación contra el caserío Alto Remanso.
Según del Centro Estratégico de Valoración Probatoria (Cevap) de la Fiscalía, se realizaron cerca de 1.600 disparos contra 13 casas, una caseta comunitaria, el polideportivo y el embarcadero. Además, lanzaron granadas de 40 milímetros y de fragmentación.
Producto de esto, murió un gobernador indígena, el presidente de la Junta de Acción Comunal del caserío, un menor de edad y ocho personas más, que permanecían en estado de indefensión. Asimismo, cinco personas resultaron heridas.
Por lo anterior, la Fiscalía imputó a los 24 militares los delitos de homicidio en persona protegida y homicidio en persona protegida tentado. Todos los implicados rechazaron los cargos.
“Es una victoria de los grupos armados en el escenario judicial”, advirtió el abogado Jorge Luis Villafañe, en diálogo con Semana. Asimismo, precisó que en la audiencia existió “un sesgo evidente y carente de análisis. No escucharon nunca a la defensa”.