El reportero judicial es una especie de notario de los hechos que suceden en la región, pero además de informar de los mismos, también termina convertido en una especie de archivo viviente de la región.
Así lo confiesa el experimentado periodista Héctor Molina, quien al enterarse de la muerte del Monstruo de los Cañaduzales en el Cauca, no dudó es compartir ese duro recuerdo de cubrir el momento de la captura de este criminal en el 2003, quien fue condenado por violar y asesinar a 21 niños en el departamento del Valle.
“Era reportero de Noti 5 de acá de Cali, y cubría la fuente judicial, cuando me tocó presenciar cuando presentaron ante los medios a este criminal, fue un momento de un fuerte choque emocional porque más profesional que sea uno, esta clase de hechos tocan la fibra, más cuando se sabe que acabó con la vida de muchos inocentes, a uno le hierve la sangre cuando tiene esta clase de sujetos al frente”, relata Héctor Molina, quien ahora es uno de los periodistas de la UFM de Univalle Estéreo.
Por eso, tras leer la noticia de la muerte de Manuel Octavio Bermúdez en medio de la emboscada a un vehículo del Inpec y donde dos guardianes y otro preso perdieron la vida, este reportero no dudó en compartir ese recuerdo, como forma también de espantar odios o rencores, aprovechando la coyuntura para hacer catarsis.
“No es desearle el mal a nadie, pero siempre queda uno con esa sensación de que se hizo justicia divina porque este sujeto, con una frialdad espantosa, hizo tanto daño a niños inocentes, me acuerdo de que en la nota que hice dejé consignado que este monstruo se ocultaba en la figura de ser un supuesto vendedor de helados para pasar desapercibido ante las autoridades a la hora de huir de los sitios donde ejecutaba los crímenes”, agrega Héctor Molina, quien también laboró en CM& y otros medios regionales y nacionales.
Tras ver la foto en vida de este violador ahora en los medios, este periodista se sorprende los medios presenten la foto de una persona que le hizo tanto daño a la sociedad, aunque reconoce como periodistas, que se debe informar, pero gracias a sus años en el oficio, puede enseñar que lo mejor aporte a los ciudadanos es dejar claro en la noticia que los niños y niñas son de protección especial.
“Además de informar de estos casos tan dolorosos, como que vivimos tristemente en Candelaria con el caso de Sofia, no debería darle espacio a la foto de estos monstruos, sí informar que se capturaron y procesaron, pero darle imagen no creo que aporte mucho en esa misión de educar a las personas que hay cerrar filas en contra de la violencia contra este grupo poblacional, eso es mi reflexión frente a estas situaciones”, acota este comunicador social, quien a pesar de los años, aún reporta de hechos judiciales en el espacio radio comandado por el también veterano periodista Gildardo Arango.