El Observatorio Migratorio de Venezuela de la Universidad del Rosario publicó un nuevo estudio sobre la situación migratoria de los venezolanos en Colombia. En el 2014 había 23.573 venezolanos y terminado el 2022, se han registrado 2′894.593 venezolanos en el país, cifra que demuestra que en los últimos años la cifra ha ido en aumento.
Cabe destacar que en el mundo hay 7.320.225 migrantes venezolanos de los cuales el 39,54% están en Colombia. Por ende, según las proyecciones del Dane, Medellín cuenta con 2.6 millones de habitantes en 2023, es decir, en Colombia hay más migrantes venezolanos que habitantes en Medellín.
En su informe, el Observatorio detalla otras cifras sobre la situación migratoria venezolana:
- 2.478.907 migrantes finalizaron pre-registro del RUMV (Registro único de Migrantes Venezolanos).
- 2.387.789 migrantes realizaron la encuesta de caracterización (El 80 % de la población migrante).
- 2.156.105 migrantes han finalizado el registro biométrico (72,24 % de los migrantes venezolanos en Colombia).
- 1.925.892 Permisos por Protección Temporal aprobados. (1.850.870 han sido impresos).
- 89,38 % de los migrantes han finalizado el biométrico y se les ha aprobado el PPT.
- 72,06 % de los migrantes que han iniciado el proceso y han recibido el PPT.
- 1.786.394 permisos por Protección Temporal entregados.
- 1.201.818 personas venezolanas afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud.
- 780.631 niños, niñas y adolescentes menores de 18 años en el RUMV.
- 496.027 estudiantes venezolanos en el Sistema de Matrícula Estudiantil de Educación Básica y Media (SIMAT).
“No quiero volver a Venezuela, allá no hay futuro”: el drama de miles de venezolanos desesperados en la frontera de Estados Unidos
Antes de entregarse a las autoridades fronterizas en El Paso (Texas), Juan Fernández le envió un mensaje a su esposa en Venezuela para despedirse. Se secó las lágrimas y, junto a un amigo, caminó decidido.
“Tenemos bastante temor, pero hay que tener fe”, dijo el venezolano de 40 años que, asustado por los cambios en la frontera terrestre de Estados Unidos, cruzó ilegalmente a través de una de las brechas del muro que separa al país de México apenas tres días antes.
Fernández es uno de los miles de venezolanos que han estado llegando a El Paso en la recta final del Título 42, la medida sanitaria que el expresidente Donald Trump usó para cerrar su frontera sur durante la pandemia y que expirará este jueves a medianoche.
Heredada por el gobierno de Joe Biden, la medida que antes exceptuaba algunas nacionalidades, fue ampliada para vetar el ingreso de venezolanos, nicaragüenses y cubanos, entre otros, que deberían limitarse a programas especiales o al uso de la aplicación CPB ONE para pedir asilo.
“Esperé durante cuatro meses intentando legalizar mi pedido, pero me quedé sola”, dijo Gleidys Losada.
“Todas las personas que yo conocía fueron cruzando por las brechas, y decidí que no podía esperar más”.
López ha pasado las últimas cuatro noches en las afueras de la Iglesia Sagrado Corazón, en el centro de El Paso, que se ha convertido en un punto de encuentro para miles de migrantes.
La mayoría de ellos son venezolanos, no tienen dinero para seguir hacia su destino final en Estados Unidos o están asustados de dejar la ciudad fronteriza por no tener documentos.
Con pocas pertenencias, improvisaron carpas con plásticos en las rejas de la iglesia, y utilizan baños portátiles instalados alrededor de la iglesia.
“Una burla”
Con la inminente expiración del Título 42 las tensiones han crecido en las ciudades fronterizas de Estados Unidos, país fuertemente dividido por el tema migratorio.
Washington envió 1500 efectivos para resguardar la frontera, que en El Paso está fuertemente custodiada con patrullas a cada kilómetro.
Oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza distribuyeron panfletos para exhortar a los migrantes sin documentos a “entregarse”, mientras que la policía migratoria recorrió horas después el improvisado campamento pidiendo “papeles”.
“Estamos viendo la implementación de una política muy dura que nos sorprende mucho porque Biden prometió en su campaña una política más humana en la frontera”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la ONG Border Network for Human Rights.