La exguerrillera holandesa Tanja Nijmeijer, alias Alexandra Nariño y parte del equipo que negoció la paz en La Habana, renunció al partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc, porque no se sentía "sintonizada" con las decisiones tomadas por ese movimiento político.
"Presento mi renuncia al partido, no cumpliré más tareas partidarias. Estaré disponible para cualquier cosa que puedan necesitar en lo personal, ya que parto con un sincero aprecio para muchos y muchas de ustedes", explicó la holandesa en un comunicado dirigido a su partido.
La exguerrillera añadió que "cuando se lleva años en un espacio sin sentirse sintonizada con lo que se decide, discute o planifica, es hora de partir antes de convertirse en obstáculo".
Igualmente expresó su desacuerdo con el manejo que le han dado los jefes de las Farc al partido político del que dice "ha mutado" en algo que no puede "asimilar todavía, quizás comprender nunca".
"Pero de lo que sí estoy segura, es que ya no encaja conmigo", agregó.
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Casi en simultánea se conoció la renuncia al partido de Andrés Mauricio Zuluaga Rivera, quien en su época de guerrillero era conocido con el alias de Martín Batalla.
"Actualmente no me siento representado ni en sus posiciones oficiales, ni en su dirigencia y mucho menos en la forma en la que se han venido tomando ciertas decisiones dentro del mismo. Por eso, también como muchos otros prefiero hacerme al lado de la militancia partidaria", dijo Zuluaga en una carta dirigida al partido Farc, cuyo presidente es Rodrigo Londoño, "Timochenko".
Añadió que seguirá "luchando por el proceso de implementación del acuerdo de paz y brindando toda la ayuda en este proceso" a quienes están al mando del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) ubicado en Anorí, Antioquia, donde exguerrilleros hacen la transición a la sociedad.
Varios militantes del partido Farc han renunciado, pero la más significativa fue la ocurrida en noviembre del año pasado cuando al menos 39 de ellos dejaron el partido alegando falta de consolidación de la colectividad, especialmente en Bogotá.
Militante desde los noventa
La holandesa llegó en la década de 1990 a Colombia y pocos años después de unió a las Farc, guerrilla de la cual se convirtió en uno de los rostros más reconocidos cuando el Ejército encontró sus diarios en un campamento.
En el proceso de paz en La Habana, Nijmeijer hizo parte del equipo negociador de las Farc con el Gobierno.
Luego de la firma del acuerdo de paz, el Gobierno colombiano expidió un decreto para crear una visa de "residente especial de paz" para los extranjeros que formaron parte de las Farc y fueron debidamente identificados, entre ellos la holandesa.
En abril del año pasado la Justicia Especial de Paz, JEP, que investiga los crímenes cometidos en el conflicto armado, llamó a declarar a 16 exguerrilleros de las Farc de rango medio y bajo, entre ellos Nijmeijer, como parte del proceso que lleva a cabo por secuestros cometidos por ese grupo.
Los desmovilizados, dice la JEP, supuestamente participaron en el secuestro de 12 diputados del Valle del Cauca el 11 de abril del 2002.
También de los indigenistas estadounidenses Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay el 25 de febrero de 1999, así como el de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y su entonces compañera de fórmula a la Presidencia, Clara Rojas, en febrero de 2002.
Once de los doce diputados secuestrados y los tres indigenistas estadounidenses fueron asesinados por la entonces guerrilla de las Farc.