Una red delictiva que operaba en Bogotá fue desmantelada tras una investigación de nueve meses, llevada a cabo por la Fiscalía General de la Nación en colaboración con la Sijín de la Policía Metropolitana. En esta investigación se identificaron 20 propiedades sospechosas, distribuidos en 8 localidades de la ciudad, donde presuntamente se llevaba a cabo la alteración de medicamentos y bebidas energizantes desde el 2018.

Estos inmuebles, compuestos por 16 inmuebles urbanos y 4 establecimientos de comercio tipo bodega, se encontraban ubicadas en Bosa, Ciudad Bolívar, Engativá, Kennedy, Puente Aranda, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal y Tunjuelito.

Los inmuebles a los que se les aplicó la extinción de domino están avaluados en $10.000 millones. | Foto: Secretaría de Seguridad

La alerta se generó a raíz de denuncias ciudadanas que informaban sobre medicamentos alterados, incluyendo tratamientos para el cáncer de próstata. Tras la investigación, se descubrió que en estos inmuebles se modificaba la presentación y composición de los fármacos utilizando cemento blanco, ácido bórico y anilinas. Posteriormente, los productos falsificados eran comercializados en droguerías de los barrios de estas zonas.

José Iván Caro, director especializado de Extinción del Derecho del Dominio, detalló las medidas cautelares aplicadas a los bienes identificados, mientras que Juan Carlos Arévalo, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, destacó la importancia de este golpe contra el comercio ilegal de medicamentos, afectando las finanzas criminales de quienes se dedicaban a esta práctica irresponsable.

Durante el operativo de extinción de dominio, se encontraron evidencias como estampillas, empaques, máquinas para cambiar las fechas de vencimiento y pipetas de oxígeno con información incorrecta.

A un total de cuatro droguerías se les aplicó la extinción de dominio por comercializar medicamentos falsos en Bogotá | Foto: Secretaría de Seguridad

En Bogotá había una banda que falsificaba medicamentos para VIH y cáncer

La acción judicial se dio por parte de la Fiscalía en apoyo con la Dijín y la agencia estadounidense HSI, por lo que fueron capturados siete de los posibles integrantes de la organización en el municipio de Soacha, Cundinamarca, y barrios del sur de Bogotá.

Entre las pruebas se encuentra que los detenidos al parecer, obtenían los medicamentos, a través de terceros, en entidades públicas y privadas y en otros casos, los adquirían a través de una pareja de trabajadores de la salud, enfermeros, quienes engañaban a pacientes oncológicos y no se los suministraban, para luego alterarlos y comercializarlos.

Según explicó la Fiscalía, muchas de estas medicinas, eran destinadas para los tratamientos de cáncer, VIH/SIDA y manejo del dolor crónico, entre ellos, algunos de alto costo, de uso institucional y controlado su comercialización como la morfina.

Un producto de estas características, fue encontrado en el baño de uno de los inmuebles allanados. Se trata de un analgésico opioide para personas que sufren de intenso dolor, el cual requiere de una cadena de cuidado y control especial, pero estaba almacenado en cuatro jeringas, desconociendo condiciones de almacenamiento, deterioradas e incumpliendo exigencias técnicas a su composición, estabilidad y eficacia.

Se informó además que se incautaron diversos productos farmacéuticos que debían ser entregados a pacientes oncológicos o con dolor crónico. | Foto: Fiscalía

Se identificó que los medicamentos eran mal almacenados, modificados en su apariencia, alteradas las fechas de vencimiento o lotes de fabricación y distribuidos indiscriminadamente como si fueran auténticos.

A los detenidos se imputaron los delitos de concierto para delinquir; corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico; enajenación ilegal de medicamentos y estímulo al uso de medicamentos que producen dependencia.