El presidente de Fedegan y negociador en la mesa de diálogo con el ELN, José Felix Lafaurie, hizo una dura advertencia a la guerrilla del ELN. En su última columna en el medio de difusión del gremio ganadero indicó que recibe con alegría la liberación del padre de Luis Díaz, Luis Manuel Díaz, pero pregunta dónde están los demás secuestrados. “Liberado “Mane Díaz”, brinca obligada la pregunta: ¿Y los demás?”, dijo.
El negociador reitera que la delegación de paz con la guerrilla del ELN fue enfática en indicar que “exige desde ya, y exigirá en la próxima reunión con la delegación del ELN, que cada una de las personas que esta organización tiene en cautiverio sea liberada en condiciones de seguridad y dignidad de manera inmediata”.
Agrega que frente a los demás secuestrados, que también están en poder de las disidencias de las farc es urgente que “el Gobierno tendrá que decidir hasta cuándo el reconocimiento político, hasta cuándo los intentos burlados de negociación, hasta cuándo las declaraciones de voluntad de paz –”morcillas p’al diablo” decían las abuelas-, mientras asesinan, extorsionan, secuestran y tienen el cinismo de afirmar que “No somos productores ni consumidores de drogas…””.
Llama la atención que para Lafaurie es importante insistir en el avance del proceso de paz con el ELN, pero, indica que es necesario el apoyo ciudadano que se gana con los avances, pero se pierde con los secuestros. De igual forma, indica que ese apoyo también se pierde con los anuncios de paro armado, en algunas regiones del país, con los hostigamientos en contra de la población civil y la organización militar-
Para Lafaurie “o que está en juego y se debe poner sobre la mesa de diálogos, no es el secuestro solamente, porque el del papá de “Lucho” abrió una vieja herida y exaltó los ánimos del país, y porque la delegación gubernamental ya sentenció que “ha llegado el momento de tomar decisiones que eliminen el secuestro”. Lo que Colombia necesita saber es si el ELN se visualiza realmente en un escenario de fin del conflicto, de entrega de armas, de reinserción; en fin, si tiene verdadera “voluntad de paz” en el corto plazo, porque el país dejó de creer en el cuento de que “los tiempos de la guerrilla son diferentes”.
Un compromiso contra el secuestro
En su última columna de opinión, el negociador insistió en que la guerrilla en que debe decirle al país si se compromete a dejar la práctica del secuestro. De “esa claridad, ante el país y hoy ante el mundo, depende mucho la continuidad de un proceso que merece mejor final”, dijo en su más reciente columna de opinión.
El presidente ejecutivo de Fedegán e integrante del equipo negociador del gobierno con el ELN le reclamó a esa guerrilla que si está tan preocupado por la participación de la sociedad en la construcción de democracia, “la persistencia en el secuestro es incoherente”.
Además, el dirigente gremial manifestó que el reconocimiento del secuestro de Luis Manuel Díaz, padre del reconocido futbolista Luis Díaz, por parte del ELN fue un desafío a la sociedad y al gobierno, “en medio de unas conversaciones de paz que reciben con ello una verdadera carga de profundidad”.
“Con este caso tan visible y con otros anónimos -sobre la mesa del Mecanismo de Monitoreo y Verificación hay 19-, el ELN parece empeñarse, primero, en la amenaza de las abuelas: ‘al que no quiere sopa se le dan dos tazas’, y segundo, en el cinismo del ‘se obedece -léase se firma- pero no se cumple’, y entonces recuerdo la insistencia de Pablo Beltrán en que si ellos firmaban algo era para cumplirlo”, agregó Lafaurie.
Así mismo, dijo que este secuestro le “echó sal a la herida” de un delito que tanto dolor ha causado en el país y que, según él y cifras oficiales, ha aumentado un 70 %.