La capital del Atlántico vuelve a ser epicentro de la feria más grande del Caribe colombiano, con el regreso de Sabor Barranquilla, esta vez para celebrar el corazón de la cocina, allí late el legado de quienes serán las homenajeadas de este año, las matronas.
El término es muy poco conocido fuera del Caribe, pero son mujeres que han dedicado su vida a preservar y transmitir las tradiciones culinarias, y a ser las voces de sus comunidades. Con su voz y sus manos, la matrona de las cocinas colombianas canta, cuenta y prepara los platos que transmiten y preservan el patrimonio gastronómico de la región.
La feria considerada como una de las más importantes del calendario ferial colombiano, rendirá tributo a esa mujer que conquista paladares y corazones al llevar el campo a la mesa. Alquimistas de este y otros tiempos, las matronas nos han mantenido conectados con eso que nace del suelo y que vuelve en forma de comida para recordar raíces.
Sabor Barranquilla se realizará del 24 al 27 de agosto, en el Puerta de Oro, el Centro de eventos del Caribe ubicado en Barranquilla sobre la conocida vía 40, por donde también se realizan los grandes recorridos del Carnaval.
La imagen de esta edición:
La imagen de Sabor Barranquilla 2023 refleja la fuerza y la alegría de varias generaciones de mujeres dedicadas a la cocina tradicional. Sus rostros son un testimonio de sabiduría, de historias transmitidas a través de las manos y los sabores.
Defensoras del patrimonio culinario, las matronas son una figura indispensable y omnipresente en los fogones de todas las geografías, y sobre esa diversidad de orígenes y razas habla la imagen de esta edición de la feria.
“La fiesta más sabrosa del Caribe colombiano enciende fogones. Las matronas serán las protagonistas indiscutibles de una edición que, más que nunca, las recuerda y las celebra. Sabor Barranquilla es organizada por la Cruz Roja Colombiana Seccional Atlántico, Corferias Caribe y Fenalco Atlántico”.
Feria de las Flores en Medellín
Medellín se prepara para vivir una nueva versión de la Feria de las Flores, la principal fiesta cultural que cada año reúne a los paisas alrededor de sus tradiciones y que este año se celebrará por 10 días, entre el 28 de julio y el 7 de agosto.
Desde ya empiezan a ambientarse y promocionarse los eventos más importantes de la programación de la Feria, pero toda una polémica se ha generado en las últimas horas por cuenta de su acontecimiento más importante, el desfile de silleteros que este año llega a la versión número 66.
Y es que a través de su cuenta en Twitter el alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero, hizo un llamativo, pero a la vez preocupante anuncio respecto al acceso gratuito al tradicional desfile que por lo general es la clausura de la Feria.
Quintero hizo un llamado a empresas privadas para que a cambio de publicidad y visibilidad de sus marcas, subsidien palcos gratuitos para que los ciudadanos puedan asistir masivamente y disfrutar de esta tradición.
“Estamos buscando empresas maravillosas y dispuestas a hacer la donación a la ciudad a cambio de publicidad para sus marcas. Importante: Se debe garantizar que las graderías se mantengan 100% gratuitas”, trinó el mandatario sobre la propuesta.
No obstante, lo que ha causado más indignación en ciertos sectores de la ciudad son las razones que ha argumentado el alcalde para solicitar el apoyo económico que está por el orden de los $1.230 millones y que están relacionadas, de acuerdo con Quintero, con la no aprobación de recursos adicionales al presupuesto general de la ciudad para el resto de 2023 por parte del Concejo.
“Lamentablemente, este año, debido a la congelación de recursos de EPM por parte del Concejo, no podremos instalar las graderías públicas gratuitas para 25 mil personas como lo hicimos el año pasado”, aseguró Daniel Quintero.
Tras el mensaje del alcalde en redes sociales se ha cuestionado su pronunciamiento como una jugada política, pues muchos han argumentado que la actual administración ha contado con el presupuesto más alto en muchos años, pero que además los recursos solicitados al Concejo de Medellín se suponía que era para otra destinación como el sostenimiento de programas sociales y el mantenimiento de escenarios deportivos.