Los frecuentes embotellamientos en la ciudad brindan una oportunidad para aquellos dedicados a esta tarea, ya que estos momentos les permiten aumentar su clientela al interactuar con más vehículos detenidos.
A pesar de sus ventajas, este oficio ha sido objeto de críticas, ya que algunos delincuentes se camuflan entre estos trabajadores para perpetrar robos a conductores desprevenidos durante la espera en los semáforos.
Remuneración y realidades en Bogotá
Aunque existe un estigma asociado a este colectivo laboral, la realidad es que su desempeño puede significar un flujo económico que cubre sus gastos personales y los de sus familias.
El influenciador ‘El Cristian González’ decidió experimentar por un día la labor de un limpiavidrios en Bogotá para evaluar la dificultad del trabajo y su nivel de remuneración.
De sus conclusiones, el creador de contenido afirmó que un individuo dedicado a esta actividad puede pasar hasta 10 horas diarias bajo el sol y de pie. “Lo más difícil es que una persona acepte el servicio”, señaló González, aludiendo al limitado tiempo que el semáforo permanece en rojo en ocasiones.
No obstante, con la práctica y el transcurso del tiempo, un limpiavidrios puede atender más vehículos en menos tiempo y ganar entre $4.500 y $7.500 por hora. Si alguien trabaja 8 horas, podría generar entre $36.000 y $60.000 al día, lo que al cabo de un mes podría superar el umbral de un salario mínimo.
Aun así, este trabajo conlleva diversas desventajas, ya que los practicantes enfrentan riesgos al ubicarse en plena vía pública, pudiendo sufrir atropellos o confrontaciones con conductores que rechacen el servicio ofrecido.
Limpiaviadrios le dañó carro a un conductor que no le dio dinero
Un incidente reciente en Cali ha generado inquietudes en relación con la seguridad y conducta de los limpiavidrios en las intersecciones de la ciudad. Un video que se difunde en las redes sociales muestra un desafortunado encuentro entre un conductor y un limpiavidrios en la zona de El Morichal de Comfandi.
Este tipo de trabajadores informales han proliferado en los semáforos de diversas ciudades colombianas, ofreciendo su servicio para limpiar los vidrios de los vehículos a cambio de una contribución voluntaria. Sin embargo, esta situación ha provocado polémicas, ya que algunos conductores manifiestan su falta de interés en el servicio, mientras que los limpiavidrios insisten en llevarlo a cabo, generando conflictos y malestar.
El video muestra cómo un conductor se rehusó a entregar monedas al limpiavidrios después de que este hubiera limpiado los cristales de su vehículo. La situación escaló cuando el conductor optó por acelerar para cruzar el semáforo, y el limpiavidrios, molesto por la falta de compensación, utilizó una varilla para rayar el automóvil. Este acto ha sido ampliamente condenado por los usuarios en redes sociales, quienes expresaron su preocupación respecto a la seguridad y comportamiento de algunos limpiavidrios en la ciudad.
Este incidente ha impulsado un cuestionamiento acerca de la regulación y supervisión de estas actividades informales en las intersecciones de Cali. Mientras que algunos argumentan que los limpiavidrios brindan un servicio útil a los conductores, otros destacan la necesidad de un mayor control y límites para prevenir situaciones peligrosas y reducir tensiones innecesarias entre ellos y los conductores.
No es la primera vez que la conducta de los limpiavidrios en Cali se convierte en tema de debate público. Recientemente, otro incidente en la calle 34 con carrera 8.ª, donde dos perros estaban atados bajo el intenso sol, causó indignación entre los residentes. Surgieron especulaciones de que el responsable de esta negligencia podría ser un limpiavidrios.
Estas situaciones subrayan la necesidad de reflexionar sobre cómo manejar de manera adecuada la presencia de los limpiavidrios en los semáforos y garantizar la seguridad tanto para ellos como para los conductores. Además, es fundamental implementar medidas que regulen esta actividad informal y promuevan un entorno más seguro y armonioso en las calles de Cali.