La ruta ilegal que han logrado establecer transportadores de migrantes, conocidos como “coyotes”, entre San Andrés y Centroamérica, está cobrando la vida de cientos de personas en altamar, según han informado las autoridades. En los últimos 15 meses, al menos 97 personas han desaparecido y no hay responsables a la vista.
Las personas, ciudadanos colombianos o migrantes, que se arriesgan a salir del país por la isla de San Andrés, tienen más capacidad económica que los que cruzan por la temida selva del Darién. Los coyotes cobran hasta 5.000 dólares por un viaje “VIP” que termina siendo una experiencia mortal para muchos, lo que no ha impedido que actualmente muchas personas prefieran tomar este riesgo.
Ecuatorianos, venezolanos, asiáticos y africanos han costeado el temido pasaje que no ofrece ninguna garantía. Al parecer, según han investigado la autoridades, las personas viajan hasta la isla, aterrizan en el Aeropuerto Internacional Gustavo Rojas Pinilla y, de voz a voz, llegan donde los marineros que transportan irregularmente a grupos de personas hacia Nicaragua.
Hasta el momento, la Armada Nacional ha identificado cinco rutas y las posibles embarcaciones que utilizan para los trayectos. En todos los casos, el destino final son islas de Centroamérica separadas a cinco horas del territorio colombiano.
Pero ese viaje por mar, más frecuente de lo que se imaginan, llegar a ser una experiencia dolorosa e incluso mortal. Como reportó la Armada Nacional, el pasado 21 de octubre, 38 personas salieron en la oscuridad de la noche hacia altamar, confiando en un transbordo en la mitad del Caribe, según les habían dicho los coyotes, y que luego continuarían en otra embarcación hacia Estados Unidos. Para infortunio de todos los que aceptaron subirse a esa embarcación, esa noche estuvo marcada por fuertes tormentas.
Hasta el momento, las autoridades marítimas no encuentran la embarcación, que parece haber desaparecido sin dejar rastro. La búsqueda seguirá por un mes más, y si no hay resultados, se levantarán las tareas.
Con falsas promesas, muchas personas suben a estas embarcaciones, incluso con menores de edad, mujeres en embarazo y adultos mayores, entusiasmados por el sueño americano. Los coyotes prometen todo a cambio de 1.000 o 5.000 dólares, dependiendo de la temporada cómo vean las condiciones, y si hay más demanda de la acostumbrada.
En muchas ocasiones, según reveló la Revista Semana en un informe con datos oficiales, se cumple el objetivo: los migrantes llegan a Nicaragua para seguir caminando hasta la frontera que divide a México con Estados Unidos. Pero en otros casos, nunca llegan. Un total de 1.102 personas, los últimos 15 meses, han sido salvadas por autoridades marítimas de distintos países del Caribe, mientras desesperadamente resisten el agua y la maldad de los delincuentes. Solo en Colombia, 325 ciudadanos han sido rescatados con vida este año, en 70 operaciones adelantadas en aguas del Caribe, Pacífico, Amazonía y Orinoquía.
En el informe de Semana, Carlos Solano, comandante de la Armada en San Andrés, detalló que las víctimas son sometidas a múltiples vejámenes y engaños por parte de los coyotes, que no tienen escrúpulos en abandonarlos en el mar o dejarlos en lugares remotos. Solano contó de un grupo de migrantes a quienes dejaron en una isla abandonada en la mitad del Caribe y les hicieron pensar que estaban en Nicaragua. A otros, los han dejado en playas inhóspitas, asegurándoles que volverán por ellos para seguir la ruta, pero nunca regresan.
Los migrantes abandonados encuentran la salvación cuando ven a los miembros de la Armada Nacional. “Nos dicen que muchas gracias, nos agradecen. Esa es la misión de nuestra institución. Nosotros salvamos la vida en el mar, estamos comprometidos con esto”, afirmó el comandante.
Las autoridades advierten que en estos viajes “VIP”, muchas veces las emergencias no son reportadas porque la tripulación preferiría sacrificar las vidas de los migrantes a ser descubiertos y judicializados por el delito.
Por su parte, la Procuraduría General de la Nación alertó por la crisis humanitaria que se presenta en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina por el dramático aumento de la migración ilegal. Señaló que la migración irregular por vía marítima es un tema que merece toda la atención de las autoridades, como sucede en el caso del Tapón del Darién. “Este año han existido seis naufragios, en los cuales han desaparecido al menos, que se tenga conocimiento, 59 personas”, afirmó la entidad.