Tatiana González, madre de Stefanía Villamizar, una menor de 10 años que murió producto de un potente parásito ‘come cerebros’, contó como luego de un viaje de vacaciones, la vida de su hija y la de su familia se transformó en un verdadero viacrucis debido a esta extraña infección.
El pasado 18 de junio de 2023, Tatiana y su hija viajaron a Santa Marta, Magdalena, para gozar de las vacaciones; sin embargo, no contaban que durante el paseo, la pequeña de 10 años contrajera un peligroso parásito que arrasa con todo a su paso y se camufla en jacuzzis, piscinas y hasta lagos.
Vale decir que este es un caso poco frecuente para la medicina y tiene encendida las alarmas en Colombia.
Según le contó Tatiana González a la revista Semana, después de dos días, la pequeña Stefanía comenzó a quejarse de un dolor en el oído que luego se transformó en episodios de fiebre y vómito. Cabe mencionar que, en principio, los síntomas que presentaba la menor fueron tratados como una otitis.
Madre e hija volvieron a su casa, ubicada en Bucaramanga, y con el transcurrir de los días no se presentó ninguna alerta. De hecho, aunque el malestar del oído persistía, su intensidad fue disminuyendo.
El viacrucis de Tatiana y su hija comenzaron el 4 de julio, cuando al despertarse, se extrañaron porque la pequeña no era la misma. La menor no quería levantarse de la cama, la luz le fastidiaba, y además, llamó a la empleada de servicios para que la acompañara a ducharse.
Ante esta situación, la pequeña de 10 años fue trasladada a un centro médico, donde estuvo bajo observación y fue sometida a varios procedimientos. En ese momento, ya era evidente que lo que presentaba la menor no era un simple otitis, sin embargo, los expertos no sabían lo que tenía.
Lamentablemente, 24 días de después, Stefanía falleció en la clínica rodeada de sus padres y demás familiares. Dos días antes de morir, a la niña de tan solo 10 años le declararon muerte cerebral.
El dictamen médico
El diagnóstico de la clínica indicó que el motivo del deceso estaba relacionado con una meningitis. Pero el caso era tan extraño que fue escalado a instancias nacionales y el Instituto Nacional de Salud intervino en el dictamen.
Luego de un mes del fallecimiento de Stefanía Villamizar y después de realizar una serie de estudios de necropsia, los expertos determinaron que la pequeña murió a causa de una encefalitis.
De acuerdo con la información entregada por el neurocientífico William Contreras, quien hizo parte de la investigación, se trató de un protozoo ameboflagelado, perteneciente al filo Percolozoa.
Esto se transmite por medio de la cavidad nasal, mediante la aspiración de agua o inhalación de polvo contaminado con trofozoítos o quistes, los cuales atraviesan la mucosa nasal y por el nervio olfativo se trasladan hasta el cerebro. Cuando ya está instalado en el cerebro, este se encarga de destruir las células nerviosas y los eritrocitos.
“Es un parásito que, debido a las altas temperaturas y aguas estancadas, puede vivir en áreas como piscinas o jacuzzis y se alimenta del cerebro. Los síntomas comienzan con fiebre leve y malestar general y algunas veces rinitis; ocurre, principalmente, en individuos sanos”, indica el neurocientífico.
El Instituto Nacional de Salud aseguró que las características morfológicas corresponden a una meningoencefalitis amebiana, que por el patrón de lesión leptomeníngeo favorece origen ambiental género Naegleria.
Según explicó Tatiana González, durante su estancia en Santa Marta, su hija se sumergió en la piscina de un hotel. En esa inmersión, la niña contrajo el parásito por la nariz y esto desencadenó los síntomas.
Es importante mencionar que en Colombia, no hay un tratamiento que combata la infección. Una vez el parásito entra en la persona, la víctima tiene una probabilidad del 95% de morir.
Por tal motivo, tanto Tatiana, como los especialistas, recomiendan a los establecimientos hoteleros que dispongan de buenas prácticas sanitarias para limpiar las piscinas, los jacuzzis, para evitar este tipo de infecciones peligrosas.