En Colombia y en el mundo los delitos contra los derechos morales de autor están a la orden del día. Aquí, algunos de los casos más sonados de un homenaje no pedido.
"Sentí que no iba a dar a tu altura con las ilustraciones que tenía listas y cometí el error de utilizar unas ajenas. No pensé en mis actos y creo que se me subió a la cabeza el orgullo de obtener a mi edad un trabajo como ese y perdí el sentido de lo realmente importante en la vida: los principios y el respeto... Tal vez lo hice por la presión de la fecha de entrega... Fue un acto egoísta e injusto. Así se disculpó, a través de una carta, Gabriela Salazar, estudiante de diseño, con Pilar Castaño por las ilustraciones del libro La maravilla de ser mujer, de la experta de moda, que resultaron ser un plagio que hizo la joven de diseñadores estadounidenses.Según Castaño esto conllevará a la editorial Santillana una pérdida en dinero monumental y a ella un golpe como no lo he recibido nunca en la historia de mi carrera.El abogado Víctor Hugo Vallejo, especialista en derecho penal y administrativo, asegura que este delito, cometido por la estudiante de diseño corresponde a una violación de los derechos de autor, contemplado en el título octavo del Código Penal Colombiano, Delitos contra los derechos de autor. Dicho delito tiene tres tipos penales consagrados en el artículo 270 referido a delitos contra los derechos morales de autor; en el artículo 271 habla de los delitos que se pueden cometer contra los derechos patrimoniales de autor, y en el 272 de la violación de los mecanismos de protección de los derechos de autor. Por dichos delitos se da una pena que va de 32 a 90 meses de prisión. Y además, tienen una multa que va de 20 a 200 salarios mínimos legales.La sicóloga Gloria Hurtado dice haber sido víctima de plagio por parte del escritor brasileño Paulo Coelho, quien copió una columna suya: Yo escribí en El País, el 21 de enero de 2003, Cerrando círculos, y Coelho, en El Espectador, escribió otra el 3 de abril de 2005, donde admite, en parte que el material no es suyo: no fui yo, desgraciadamente quien escribió el original, pero decidí adaptarlo y ahora puedo, por lo menos, reivindicar parte de su autoría, dice él. Pero por ningún lado la menciona.Es una violación de tipo penal a los derechos morales publicar total o parcialmente una obra sin la autorización previa y expresa del titular de la misma. Si tú escribes un ensayo y yo lo incluyo en una recopilación mía, pero nunca te llamé a preguntarte si podría incluírlo, estoy cometiendo una violación al derecho moral, explica Vallejo. Como también lo es mutilar o transformar una obra sin autorización previa del autor.Por su parte, Hurtado cuenta que le escribió a Coelho y su gente, pero me evadió todo el tiempo, hubo mucha bulla, en El País, El Espectador y la revista Semana sacaron muchos artículos, pero le pregunté a los abogados si valía la pena demandar y me dijeron que el proceso era muy complicado, muy largo, un desgaste increíble.Coelho no dio la cara, como sí lo ha hecho el escritor peruano Alfredo Bryce Echeñique (Un mundo para Julius), quien ante las acusaciones que le han hecho por plagiar más de 30 textos, se defendió en una entrevista para el diario Perú.21 diciendo que el plagio, como decía Borges, es incluso un homenaje.El mismo argumento pudo haber dado Óscar Arcila, un caleño que en una época pintaba los mismos gordos de Botero con la única diferencia de que eran negros, cuenta Vallejo, quien advierte: Ahí hay un plagio, porque es una variación de la obra del autor y esta requiere de autorización.Explica Vallejo que los derechos de autor son de dos órdenes, los morales que son eternos, un cuadro de Picasso seguirá siendo de él, así se haya muerto toda la familia del pintor. Y los patrimoniales son los derechos materiales que le genera la creación de una obra a su autor, los beneficios económicos. Se incurre en una violación a los derechos patrimoniales de autor cuando yo recibo algún tipo de lucro por algo que no es mío, dice Vallejo, quien fue víctima de dicho delito. A mí me pasó con un libro que llevé a una editorial que ya desapareció. Hice contrato por 1.000 ejemplares y resulta que el libro estaba por todo el país y a mí me dijeron que no se habían vendido sino 200. Y a todas las universidades a las que yo iba todo el mundo me decía tan bueno su libro, está una machera, profe, resulta que la editorial había vendido los ejemplares de ellos y no los míos. En el contrato estaba claro un número de ejemplares, pero ellos estaban explotando económicamente mi obra más allá del acuerdo de voluntades.Pero el colmo del plagio lo cometió el académico y periodista colombiano Hernando Gómez Buendía, quien fue despedido de la revista Semana por plagiarse a sí mismo en una de sus columnas, al no anunciar que fragmentos de ese escrito ya habían sido publicados por él en otro texto meses atrás. La obra de creación artística es única, no es repetible, y si el autor se repite se tiene que citar, está obligado a hacerlo, explica Vallejo. Copiar sin atribuir los derechos de autor es una práctica que se ha incrementado en los últimos 15 a 20 años debido al acceso fácil a la información en Internet, de acuerdo con Nathalia Franco Pérez, directora del programa Atreverse a Pensar de la Universidad Eafit.Vallejo coincide al asegurar que Wikipedia es el mejor estudiante de la universidad, afortunadamente es muy equivocada, tiene cualquier cantidad de errores y uno los detecta con nada.El abogado, quien es profesor universitario, cuenta que tuvo un estudiante que en una evaluación parcial presentó como propio un proyecto de ley con exposición de motivos y toda la argumentación y no le había cambiado ni una coma. Resulta que ya estaba radicado. Yo me metí a la Secretaría General del Senado y vi que lo había copiado exactamente como estaba. Fue la fusilada más evidente. Le puse cero en la evolución, perdió la nota y tuvo que repetir la materia.A un alumno que cometa plagio, según las sanciones contenidas en los reglamentos internos, académicos y estatutos generales de las universidades, puede conllevarle desde la rebaja de una nota, la anulación de una prueba, la pérdida de la materia y hasta de los derechos de grado. Hasta en las mejores universidades del mundo se esparce el virus del plagio. Para la muestra Harvard, donde el año pasado, en septiembre, 125 estudiantes fueron investigados y sancionados por intercambiar respuestas en un examen. Pero no solo los alumnos son presas de la tentación de fusilar. En Colombia, a la profesora Luz Mery Giraldo la condenaron a una pena de 24 meses de prisión y debió pagar una multa de cinco salarios mínimos por apropiarse de fragmentos de la tesis de una exalumna en la Universidad Javeriana.El mismísimo presidente de Hungría entre 2010 y 2012, no pudo mantenerse en su cargo luego que la revista HVG aseguró que su tesis doctoral tenía material sin citar de diversas fuentes. Y el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, ha sido acusado de plagiar un discurso del dirigente político inglés Neil Kinnock y varios trabajos de la universidad.Plagios famososEn la música: Shakira fue acusada de plagio por Loca, versión de Loca con su tigre, del dominicano El Cata y que Hips Don't Lie es copia de Amores como el Nuestro, de Jerry Rivera. Se dijo que copió parte del video de I Just Don't Know What To Do With Myself de la banda White Stripes, para el de Rabiosa.Tecnología: Apple acusa a Samsung Electronics de plagiar los diseños del iPhone y el iPod en tabletas y smarthphones y que debe pagarle US$380 millones por copiar funciones del iPhone y iPad. Ambos han ganado y perdido querellas legales durante los dos últimos años y seguirán durante meses.Literatura: José Saramago, escritor portugués, fue acusado por el escritor y periodista mexicano Teófilo Huerta Moreno de haberle copiado la idea de su cuento, ¡Últimas noticias!, para la novela del Nobel de Literatura Las intermitencias de la muerte. Pero Saramago dijo que jamás tocó dicho relato.En prensa: Fareed Zakaria, periodista de Time y CNN, fue suspendido de ambos medios luego de que se disculpara públicamente por haber plagiado en una de sus columnas dos párrafos de un ensayo de la profesora de historia de la Universidad de Harvard, Jill Lepore. Le salió cara la confesión. Rey del plagio: Michael Jackson sumó en vida un total de nueve acusaciones por concepto de violación a los derechos de autor. Los hermanos belgas Danny y Eddy Van Passe lo acusaron de plagiar su canción If we can start all over la cual dijeron, copió El rey del pop, del tema You are not Alone.Hijo de uribe: Jerónimo Uribe, hijo menor de Álvaro Uribe, fue acusado de plagio en la Universidad de los Andes en 2006. El abogado Jaime Lombana le evitó su expulsión de la facultad de Economía y el joven terminó sus estudios. El decano que tuvo que manejar el caso fue Juan Carlos Echeverry.