El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, inauguró este miércoles, nuevas medidas de control y seguridad para el acceso al reconocido Parque Lleras, ubicado en el barrio El Poblado.
Así entonces, Quintero resaltó que esta estrategia denominada como ‘Abrazo’ o ‘Zona Blindada’, tiene como propósito fortalecer la seguridad en estas zonas y asimismo, disminuir los delitos de alto impacto y evitar que en el lugar se sigan presentando problemáticas como el expendio y consumo de drogas, prostitución, mendicidad y trata de menores.
Cabe mencionar, que dicha estrategia ha desatado innumerables críticas por parte de diferentes sectores sociales y políticos contra el Alcalde de Medellín, pues la iniciativa ya se había implementado en la Plaza Botero.
De esta manera, el Parque Lleras, quedo delimitado con 100 vallas, se implementaron 25 cámaras de seguridad y se establecieron 6 puntos de acceso, que serán regulados de manera constante por uniformados de la Policía Metropolitana. Lo anterior, para evitar el ingreso de drogas y la circulación de menores de edad, que no estén acompañados por sus padres después de las 7 de la noche.
“Vamos a tener seguridad permanente, seis puntos de control que eliminan de tajo todas las modalidades delictivas que alguna vez se causaron en el Lleras, el mensaje a las familias es que vengan a visitar el Lleras”, precisó Quintero.
Sin embargo, esta intervención, que tuvo un costo aproximado de 10 mil millones de pesos, continúa generando cuestionamientos en algunos sectores sociales del Parque Lleras. Como por ejemplo, el caso de las trabajadoras sociales.
Según Valentina Lizcano, lideresa de la fundación ‘Un Segundo Camino’, que acoge a este tipo de población, lo único que va a generar este cerramiento, es que las mujeres se trasladen a otros sectores aledaños, como la Calle 10 y el Parque de El Poblado, para buscar su “sustento diario”.
Es de mencionar, que esta fundación acoge a cerca de 1.000 trabajadoras sexuales, de las cuales, 400 son extranjeras, por lo que esta intervención de la Alcaldía enciende las alarmas entre dicha población.
Pese a la intervención en seguridad y embellecimiento del Parque, que tuvo un costo de 10 mil millones de pesos, continuan los cuestionamientos por parte algunos sectores sociales que se desempeñan en esta zona.
“Las trabajadoras sexuales que en este momento están en estos momentos en el Parque Lleras no lo hacen porque quieren, lo hacen porque necesitan llevar dinero a los hogares, entonces, la solución no es desplazarlas, la solución es darle una herramienta”, precisó Lizcano, quien además fue enfática en decir que estas medidas de la Alcaldía, no contrarrestan de manera eficiente la situación.
“La prostitución no se va a acabar porque cierren el Parque Lleras, la prostitución no se va a acabar porque derrumbes una calle, son pañitos de agua tibia”, agregó.
Respecto a la misma iniciativa que se implementó en el Parque Botero, la Alcaldía manifestó que se ha producido una disminución de delitos, comparando lo que va de 2023 con el mismo periodo de 2022. El hurto a personas tiene una reducción del 31 %, el hurto a comercio una disminución del 38 %, el hurto a celulares presenta reducción del 52% y lesiones personales tienen una reducción del 30 %.
“No se permite la prostitución, la explotación infantil, el abuso infantil, el baile a extranjeros por parte de mujeres y de niños. Va a quedar como la Plaza Botero”, precisó Quintero.
Asimismo, este modelo de vigilancia también se podría implementar en otros sectores de la ciudad de Medellín, donde se presentan alteraciones del orden público, similares a las que sucedían en el Parque Lleras. Sin embargo, esto dependerá del número de uniformados que se reciba, pues habría un déficit en la operación.