Un lamentable caso de presunto abuso sexual fue reportado el pasado martes 6 de febrero, por parte del padre de una menor de 15 años, quien iba rumbo a su colegio en un servicio de la aplicación de transporte particular de la empresa Didi, en el sector de Chicalá, en la localidad de Bosa, Sur de Bogotá.
El padre de familia en diálogo con El Tiempo, narró la pesadilla que vivió su hija en un trayecto que normalmente tardaba menos de diez minutos y que fue solicitado desde su teléfono con la intención de hacerle el respectivo seguimiento.
Al parecer, ese día el servicio de la aplicación de transporte particular se solicitó porque la menor de edad no podía transportarse a su colegio en su bicicleta, ya sea porque el clima no lo permitía u otras razones externas.
“Eso solo lo hacemos cuando ella no se puede ir en su bicicleta por el clima o por cualquier otra razón”, enfatizó el padre al medio de comunicación antes mencionado.
”Eso se me hizo extraño. Llamé a mi hija y ella ya me estaba marcando. Cuando le contesté me dijo: Papi, esto ha sido horrible. Este señor, desde que me subí al carro, me empezó a tocar”, narró el padre de familia.
Según lo confirmó el padre, la menor de 15 años le relató a su familia que el conductor del Didi empezó tocándole sus manos y sus piernas. Hasta llegó a tocar sus partes íntimas y le dio besos.
“Le decía que actuaran como si fueran novios y le preguntaba que con quiénes vivía, nombres y que cuánto ganaban sus padres”, afirmó el hombre.
El conductor de la aplicación habría realizado una parada en una estación de servicio de gasolinería, donde presuntamente abusó de la menor. “Fue terrible, la besaba, la tocaba en sus partes íntimas. Ella no se dejaba, pero también estaba petrificada”, dijo el padre de familia.
Según el relato, la menor de 15 años pidió bajarse del vehículo, pero el señalado no se lo permitió.
“Le decía que le diera su número, que ella ya era una adulta, pero cuando tuvieron que parar en el semáforo mi hija abrió la puerta y salió corriendo para su colegio”.
El personal de la institución educativa ya estaba avisado cuando la menor logró llegar a su colegio. “Activaron todas las alarmas. Llamaron a la Secretaría de la Salud. De allá mandaron a una psicóloga que habló con ella y nos hicieron un traslado a la clínica Santa María del Lago. Estamos a la espera de que llegue el investigador de la Policía”.
“Mi hija identificó al sujeto y ya estamos buscando todo lo captado por las cámaras de seguridad”, concluyó el padre de familia, quien le pidió a las autoridades que actúen con celeridad, pues otras usuarias podrían estar en peligro.