“Para mí, mi mochila es mi vida, así me pese a ratos”, esas eran las palabras de Cielo González, la primera persona en recibir un corazón artificial en Latinoamérica y quien después de 10 años tuvo que partir tras sufrir una infección en el mismo.
El nombre de Cielo empezó a resonar en los pasillos del Hospital Internacional de Colombia (HIC) y en los medios desde abril del 2014, cuando se conoció que recibiría una nueva oportunidad de vida y que, además, se convertiría en una pionera de la medicina.
La mujer, quien dedicó 30 años de su vida a la docencia, sufría de una falla cardíaca con origen desconocido, por lo que sus esperanzas de vida eran mínimas. Sin embargo, el Instituto Cardiovascular del HIC le devolvió la ilusión cuando le explicó que podía recibir un corazón artificial y que era la primera vez que esto sucedería en todo el continente.
Dicho corazón artificial es el Heart Mate II, un dispositivo creado por ingenieros aeroespaciales, el cual se encarga de bombear sangre al corazón y funciona gracias a un minicomputador, que cargó Cielo en la cintura durante más de 10 años.
“Para mí, mi mochila es mi vida, así me pese a ratos. Estos 10 años me han permitido estar feliz”, aseguró la profesora en conversación con Noticias Caracol.
Aunque el procedimiento fue difícil, resultó exitoso, y permitió que la santandereana pudiera disfrutar de las pequeñas cosas y ser feliz por muchos años más.
Pero, este 8 de septiembre del año en curso, la felicidad de Cielo fue arrebatada por una infección que desglosó múltiples complicaciones severas hasta causar su fallecimiento. “Es un día triste para la medicina, pero su legado vivirá por siempre”, indicó uno de los doctores que participó en el procedimiento.
Y es que la mujer se convirtió en un símbolo de esperanza y resistencia, no solo para la medicina y sus avances, sino para quienes han estado en la misma posición que ella y se han negado a creer que puedan ser salvados.
“La vida de Cielo nos recordó que la ciencia y la medicina pueden extender los años, pero son el espíritu y la valentía los que realmente dan sentido a ese tiempo”, señaló el HIC.
Cielo murió en su hogar, rodeada de su familia y seres queridos que no se apartaron de ella ni un solo minuto. A pesar de que hoy deja un gran vacío en muchos corazones, su legado y resiliencia vivirá para siempre.