“Déjenos trabajar”, gritaron algunos comerciantes al ministro de la Defensa, Iván Velásquez, a su fugaz paso por el corregimiento de El Plateado, Argelia, acompañado por otros cinco altos funcionarios del gobierno y la cúpula militar.
Este reparo fue acompañado con el mensaje de que se debe trabajar por el país, mientras el funcionario, mostrando una sonrisa, responde con las manos al reparo mientras continúa su camino portando un chaleco antibalas, acompañado por militares fuertemente armados.
La escena es corta, pero muestra la realidad del este corregimiento, el cual ahora es uno de los tantos escenarios de la intensa guerra que se registra en el Cauca entre las disidencias de las Farc y la fuerza pública. Horas antes del inicio de la Operación Perseo, la fuerza pública combatió contra los disidentes por más de tres horas en pleno casco del municipio de Silvia, en el centro del departamento, luego de un intenso ataque a la Estación de Policía.
De hecho, y queriendo mostrar que tienen el control de este territorio, solo el Ejército fue el encargado de mandar vídeos de esta corta visita, la cual se registra mientras se adelanta esta mega operación, con la cual se pretende quitarle poder al frente disidente Carlos Patiño de las Farc. Esta facción armada está integrada alrededor de 1.500 hombres, liderado por alias El Mocho.
Cabe decir que, la intervención militar contó con la participación de más de 1.400 militares, quienes en 17 tanquetas blindadas y un vehículo Titán para el transporte de tropas, conquistaron por el momento el área urbana de El Plateado, luego de combatir por más de doce horas con los alzados en armas.
“Se ha establecido un control real en El Plateado después de muchos años, no solo es presencia de la fuerza pública, sino también de la inversión social del Estado como lo plantea el presidente Gustavo Petro, quien espera transformar los territorios con proyectos productivos, comprendemos el temor que sienten las comunidades porque piensan que llegamos a arrasar, pero no, llegamos para quedarnos con los proyectos productivos y sociales”, expresó el ministro de Defensa.
Este mensaje después fue acompañado con la confirmación de la construcción de un hospital en este poblado mientras se consolidan las acciones militares para acabar con el frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, grupo armado al margen de la ley que tiene una marcada presencia en la zona desde el 2018, cuando llegó a esta zona tras sacar al ELN.
“Se acabó el reinado de esta organización armada ilegal acá en El Plateado, con esta operación se consolida el Plan Misión Cauca, el cual es la respuesta del gobierno a la necesidad de darle alternativas a estas comunidades, no es solo arrasar los cultivos de coca, es llegar a implementar desde ya los proyectos productivos y otros, como la construcción del hospital, los puestos de salud, las escuelas y otros para que los pobladores de El Plateado dejen atrás la guerra”, agregó el ministro, acompañado por otros cinco ministros y funcionarios de otras dependencias del Estado.
La corta visita aumentó aún más el descontento de los campesinos de este poblado y otros del Cañón del Micay, quienes consideran que fue un fracaso el plan de reunirse con la comitiva del gobierno después de la sangrienta toma militar registrada este sábado 12 de octubre, la cual terminó con el ataque con explosivos contra los pobladores que buscaban expulsar a los militares, resultando heridos 17 de ellos.
“Señor Gustavo Petro, no somos traquetos, ni campesinos disfrazados de grupos armados, lo acordado era que usted estuviera en el territorio y no sus funcionarios, aceptamos después eso, pero no, dijeron que no tuvieron tiempo, que tenían una agenda apretada y no se reunieron con nosotros, dejándonos plantados y estigmatizados, señor presidente es mejor que se retracte de sus palabras, somos campesinos que luchamos duro para salir adelante y no queremos más falsos positivos como viene sucediendo en El Plateado, entonces díganos el día y la hora para que usted venga al territorio”, expresó uno de los líderes luego de la visita del gobierno a este corregimiento.
Y es que estos pobladores ahora están extremadamente preocupados porque saben que detrás de cada intervención militar después llegan las acciones violentas de los grupos armados ilegales, como la Segunda Marquetalia y el ELN, quienes se pelean también el control de esta zona, de ahí que la realidad es muy distante a la que pretende mostrar el gobierno nacional.
“Hay varios caminos y carreteras secundarias completamente minados, la gente está atrapada porque tiene temor hasta salir de la zona para no ser víctimas de estos elementos y este terror aumenta con los señalamientos que realiza el gobierno, más cuando saben que el control no está por completo en manos de los militares”, denuncia un líder campesino al expresar que no solo las disidencias de las Farc instrumentalizan a los campesinos.
Y para completar este escenario, los alzados en armadas liderados por Iván Mordisco ya alertaron a los campesinos que deben alejarse de la fuerza pública porque es un hecho la respuesta militar de este grupo armado al margen de la ley a la operación Perseo.
“No afectaremos la COP 16, pero es un hecho nuestras acciones militares contra la fuerza pública más cuando atacan con guerra nuestra voluntad de paz y a las comunidades del Cañón del Micay, decirles que deben expulsar al Ejército para que la paz regrese al territorio”, reza una parte del comunicado emitido en las últimas horas por este grupo armado al margen de la ley.