Al otro lado del teléfono está Natalia Ponce de León, han pasado tres años y medio desde que Jonathan Vega, hoy condenado a 20 años de prisión, le arrojó un ácido en su rostro que por poco le arrebata la vida. Con mucho esfuerzo y luego de superar duros tratamientos médicos inició una lucha por todo el país contra la violencia de género.

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Con una voz fuerte advierte que no quiere volver a hablar de su caso, ampliamente conocido en el país y el extranjero, e insiste en la necesidad de que las mujeres reconozcan a tiempo las señales de una violencia que no deben callar.

Según la reciente Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ends), 2 de cada 10 mujeres en el país se atreven a denunciar casos de violencia. Por otra parte, el mismo estudio señala que las mujeres creen, en 36,5 %, que "una buena esposa obedece a su esposo siempre" y en 39,4 % legitima la premisa de "los hombres de verdad son capaces de controlar a sus parejas".

Hace más de tres años que Natalia Ponce de León, tras ser atacada, decidió liderar una lucha inquebrantable para que otras víctimas de ataques con ácido tengan todas las garantías del Estado y la justicia para poner tras las rejas a los responsables.

Es por eso que desde el pasado 25 de noviembre, cuando se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las fundaciones Avon y Natalia Ponce iniciaron una campaña llamada #ReconoceLasSeñales, de la cual ella es embajadora, para que las mujeres detecten los tipos de violencia por las que puedan ser afectadas.

De esta iniciativa y el anuncio reciente del Gobierno para garantizar la atención en salud de las víctimas de ataques con ácido, la mujer, de 37 años, habló con El País en una charla en la que también hizo referencia a la violencia contra la mujer y sus diferentes formas.

¿Natalia, en qué consiste la lucha que usted viene adelantando con su fundación?

Hay una Ley 1773 del 2016 (Ley Natalia Ponce de León), que como toda norma tiene unas políticas públicas por las que debe responder.
A partir de un trabajo de investigación estamos luchando para que esas políticas públicas, como el protocolo de la Superintendencia, funcionen. Y que la Ley funcione y la ruta de atención integral de salud funcione y la justicia también.

Precisamente, en un avance del Gobierno por apoyar a las víctimas de ataques con ácido la Superintendencia de Salud aprobó un protocolo de atención a las víctimas, ¿en qué consiste?

Se trata de la circular 008 del 24 de agosto de 2017 en la que se dan instrucciones claras respecto a la ruta de atención integral a las víctimas de ataque con ácido, álcalis o sustancias similares o corrosivas. Las instituciones prestadoras del servicio de salud públicas, privadas y mixtas deben dar un servicio gratis e ininterrumpido de principio a fin con ayuda psicológica para garantizar una reinserción a la sociedad, al trabajo, porque nosotras no escogimos ser quemadas. Esta circular es espectacular.

Este es un avance en el tema de atención a la mujer víctima de ataque con ácido, pero en cuanto a la oferta de trabajo para las víctimas de estos ataques todavía hay deudas del Gobierno...

Estamos trabajando desde hace bastante tiempo con el Sena para abrir oportunidades laborales. Ya hay empresas que se han querido vincular como los call center, además la Secretaría de la Mujer de Bogotá. Las mujeres deben reconocer estas oportunidades para que las usen, somos muchos los que tenemos el corazón abierto para recibirlas.

Aparte de lo anunciado en materia de atención en salud para las mujeres víctimas de ataques, ¿hay otros entes trabajando en la creación de nuevas formas de luchar contra este delito?

La Fiscalía está trabajando en todo el borrador del protocolo de investigación y sanción respecto a lo que son ataques con quemaduras químicas (ácidos y álcalis), no hablo mucho hasta que se haga público. Estamos trabajando para que precisamente haya comunicación entre todas las autoridades.

En el país se ha avanzado en la atención a la violencia contra la mujer, pero todavía hay víctimas que no están denunciando, ¿por qué?

Muchas mujeres por miedo a sus hijos y la represión social y porque puede tener una baja autoestima se quedan calladas y siguen recibiendo golpes por miedo primero a sus hijos, porque la dependencia económica es muy alta y ellas dicen: “si yo no me dejo maltratar quién va a cuidar de mis hijos”. Es invitar, en serio, a todos los colombianos, mujeres, hombres, niños y niñas, a que reconozcan esta violencia.

Natalia, usted fue víctima de la violencia de género por una persona que ya está condenada por lo que le hizo, ¿qué decirle a las mujeres?

Que deben reconocer que hay otros tipos de violencia aparte de la física, como lo son la psicológica, que es muy fuerte, la verbal, sexual y económica. Deben reconocerlas para que no callen. No tengan miedo porque no están solas, deben denunciar y buscar ayuda porque el silencio mata.

¿Y cuál es el mensaje para los hombres?

La invitación con la campaña es que los hombres reconozcan en qué momento están siendo tan fuertes y que entiendan que las mujeres no somos un objeto sexual, somos seres humanos que queremos equidad, igualdad en el trabajo y la sociedad porque las mujeres no están siendo felices.

Usted es una mujer fuerte porque fue atacada con un ácido y pese a ello volvió a creer en la vida...

Uno tiene que entrar en uno mismo y amarse. Lo que siempre les digo en la Fundación es el amor propio, eso es lo más importante.

Desde las investigaciones que usted ha liderado con su Fundación, ¿cómo está Colombia en el tema de ataques con ácido?

Colombia es el primer país con ataques con ácido, según su población entre 2011 y 2013, de acuerdo a información del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, Sivigila. Ahora en la Fundación hemos asesorado a 53 personas.

De esos casos, ¿en todos ya hay un culpable tras las rejas?

Ahora están en investigación, en Cali hay uno, por ejemplo. Lo que pasa es que la Ley no es retroactiva, entonces los casos de antes de 2016 están bajo la Ley de Lesiones Personales y la impunidad es alta, de 99,9 %, y las estadísticas no son muy reales en cuanto ataques con ácido porque están entre accidentes, quemaduras, lesiones personales, robo, no están diferenciadas y catalogadas.

Y ahora, ¿cómo está el panorama de ataques con ácido en el país?

El año pasado se reportaron 36 casos, este año iban hasta marzo 35. Se están haciendo investigaciones de los hechos recientes porque esto lleva tiempo mientras se indaga y se surten los juicios.